La ópera escenificada regresa al Liceo con «Don Giovanni»
La obra se representa en versión reducida, sin el aria de Donna Elvira «Mi tradi quell'alma ingrata»
![Una escena del «Don Giovanni» que se verá en el Liceo](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2020/10/23/giovanni-U30744171449kJD-U72438107662yBQ-1248x698@abc.jpg)
El director artístico del Gran Teatro del Liceo, Víctor García de Gomar, no puede decirlo más claro: «Todo lo que hacemos desde las instituciones culturales son actos de resistencia». Este sábado, el coliseo barcelonés vuelve a acoger una ópera escenificada, después de que la pandemia obligara a cancelar la programación en marzo. Hasta ahora ha acogido recitales e «Il trovatore» en versión de concierto, pero un montaje escenificado era un reto pendiente.
Han sido semanas de ensayos con mascarilla, pruebas PCR semanales y un sobresalto de última hora: la prohibición de acabar más allá de las once de la noche, que ha obligado a pasar la tijera para que la ópera dure menos. Salvadas todas las dificultades, ayer por la noche se celebró una primera función exclusiva para menores de 35 años, que hizo las veces de ensayo general.
La decisión de abrir la temporada con este Mozart se tomó valorando que requiere una orquesta y un coro razonablemente pequeños , de modo que respetar las distancias de seguridad es más factible. Con todo, el director musical, Josep Pons, ha tenido que hacer encaje de bolillos. Para paliar la pérdida de sonido derivada de la reducción de la orquesta, ha hecho levantar un poco el suelo del foso donde están los músicos, de modo que esté más cerca — sin pasarse— del público y los cantantes. Aun así, al clavecinista Daniel Espasa han tenido que colocarlo aparte, en un palco. En el fondo, según el maestro, «con esta plantilla orquestal nos acercamos más a lo que tenía Mozart a su disposición en la época». En seguida apostilla: «aunque no a lo que quería».
Seguramente, lo más doloroso ha sido escoger qué parte se suprimía. El entreacto se reducirá de 30 minutos a 20, pero hacía falta aún más recortes para no tener que avanzar la hora de inicio con las localidades ya vendidas. La decisión fue dejar fuera el sexteto final, que no reviste mayor interés que el de la típica moraleja del teatro de la época. Pero seguía sin ser suficiente, de modo que se optó por eliminar también el aria de Donna Elvira «Mi tradi quell'alma ingrata». Aunque se trata de un añadido de última hora para contentar a una cantante caprichosa, es muy apreciada por el público operístico.
La producción recrea los escenarios de las obras de Tirso de Molina, cuyo «El burlador de Sevilla» es la base del libreto de Lorenzo da Ponte para Mozart. El reparto está formado por algunas de las mejores voces mozartianas: Christopher Maltman como Don Giovanni, Luca Pisaroni en la piel del sirviente Leporello y Verónique Gens en el papel de Donna Elvira.