El museo donde tú eres parte de la obra
Abre en Barcelona el Magic World, un museo inmersivo y dedicado al 'Trick Art'
Eligieron Barcelona para contribuir a su carácter artístico y moderno. Querían innovar y hacer partícipe a la gente, dejar impronta. «El concepto funcionaba muy bien en Viena, pensamos, y decidimos adaptarlo en el Mediterráneo». Hace ahora unos meses que los inversores austriacos Frederik Lehner y Alexander Laber, se propusieron levantar en Barcelona un museo de 'Trick Art' , o 'Arte-trampa' en español.
El resultado fue el Magic World, un espacio repleto de imágenes en dos dimensiones con las que los visitantes pueden fotografiarse y simular un efecto realista de inmersión mediante la perspectiva . Los pasillos están plagados de señalizaciones en el suelo, donde el visitante deberá ubicarse para generar el efecto tridimensional en lo que a priori parece ser una imagen plana y sin mucho interés. Gran parte de los murales ocupan también parte del suelo y deben ser pisados, por lo que al entrar los visitantes han de quitarse los zapatos y los dejarlos en una taquilla.
A diferencia de otros museos en Cataluña con la misma temática, donde los murales se efectúan mediante la pintura, todas las imágenes del Magic World han sido editadas por ordenador, lo que genera un efecto muchísimo más realista. La temática que engloba las imágenes en muy variada, y transita desde el mundo de la ficción y la fantasía, pasando por el arte y la pintura, hasta los paisajes reales y folclóricos acorde con la idea turística del lugar .
En este museo en particular abundan referencias a la cultura catalana y barcelonesa, como pósteres modernistas y un buen número de localizaciones emblemáticas . «Barcelona es una ciudad muy especial», explica Lehner. Para él, esta capacidad de atracción hace de la cudad el lugar idóneo en el que ubicar el museo. «La gente de la ciudad vendrá aquí una o dos veces en la vida, somos conscientes que el grueso de nuestro público objetivo son los turistas», realta.
La estética de Magic World está pensada para la 'generación Instagram', la inauguración el catorce de diciembre fue algo discreta para los inversores, que esperan que se produzca un efecto 'bola de nieve' a raíz de las primeras personas que empiecen a subir sus fotos a las redes sociales. Lehner reconoce que mayoritariamente esperan recibir visitantes jóvenes, que acudan «para hacerse fotos y compartirlas con los amigos» . Sin embargo, añade, «no queremos encasillar a nuestra clientela» y esperan visitantes de todas las edades.