Muere a los 92 años el mecenas y empresario Josep Suñol

Hijo del presidente del F. C. Barcelona y diputado de ERC durante la República Josep Sunyol i Garriga, atesoró una de las colecciones de arte más relevantes de Cataluña

Vista del «Mao» de Andy Warhol, una de las joyas de la colección de Suñol Efe

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En otoño de 2017, cuando Andy Warhol aterrizó en el Caixaforum Barcelona con toda su pompa y circunstancia, una obra destacaba sobre el resto. Ahí estaba, presidiendo la galería de celebridades, uno de los coloridos retratos de Mao Zedong que el estadounidense realizó a principios de los setenta. O, mejor dicho, EL retrato. El único Warhol en manos privadas en toda Cataluña.

El lienzo, expuesto junto a importantes préstamos del Andy Warhol Museum de Pittsburgh, el MOMA, la Tate o el Pompidou, no sólo cubría un hueco expositivo, sino que venía a mostrar el músculo que con los años había acabado adquiriendo la colección de Josep Ildefons Suñol i Soler, una de las más relevantes del ámbito privado catalán. «Para él, comprar arte moderno empezó siendo una afición y acabó siendo una pasión», recordaba el artista Sergi Aguilar durante la inauguración en 2007 de la sede de la Fundación Suñol que durante 12 años permaneció abierta en el número 98 del Paseo de Gracia de Barcelona.

Ahí, en lo que había sido un inmueble familiar, Suñol se reivindicó como intrépido e inquieto mecenas exhibiendo una colección coronada por artistas como Picasso, Miró, Giacometti, Chillida, Julio González, Gargallo o Man Ray, entre otros. En total, cerca de 1.200 obras de más de 200 artistas, muchos de ellos locales, que Suñol siempre procuró adquirir personalmente y a las que siempre quiso otorgar protagonismo total.

La importancia de su colección, de hecho, contrasta con lo discreto de una existencia que Suñol siempre quiso mantener alejada de los focos. Incluso ayer, en el día de su muerte, era prácticamente encontrar una fotografía suya en cualquiera de las noticias que daban cuenta del deceso. Todo un logro si tenemos en cuenta que, además de coleccionista, empresario y abogado, Suñol i Soler fue hijo Josep Sunyol i Garriga, editor de «La Rambla», histórico presidente del F. C. Barcelona y diputado de ERC en Madrid entre 1931 y 1936 que murió fusilado en la sierra de Guadarrama. Su madre, Gloria Soler Elias, dio nombre a otra de sus grandes aportaciones sociales: una fundación de alcance científico centrada en aspectos como la lucha contra la leucemia y las curas paliativas pediátricas.

La mala suerte ha querido que la muerte de Suñol llegue la misma semana en que su Fundación se preparaba para afrontar una nueva etapa con la apertura de un nuevo espacio expositivo de 220 metros cuadrados en el barrio de Les Corts de Barcelona. La inauguración, de hecho, se mantiene tal y como estaba prevista para los días 15 y 16, jornadas de puertas abiertas a las que los responsables de la fundación han sumado una despedida pública que se celebrará hoy mismo y con la que se quiere destacar de Suñol «su trayectoria como coleccionista y mecenas de arte y su papel filantrópico y sus contribuciones a la mejora social y colectiva».

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