Los canelones resisten las alarmas de la OMS

El informe de la Organización Mundial de Salud (OMS) del pasado 29 de octubre alarmó a gran parte de la sociedad al advertir de la relación entre el consumo de carne procesada y la posibilidad de desarrollar cáncer. Según la consultora de mercado Nielsen , esa alarma se tradujo en una caída de más del 10% de las ventas de fiambres, embutidos y carne de vacuno en los días posteriores al texto elaborado por OMS.

Según el mismo informe de Nielsen, dentro de la carne, los consumidores prefirieron optar días después de conocerse la opinión negativa de la OMS por comprar menos carnes rojas y variantes procesados, algo que repercutió positivamente en el consumo de otras variedades como las carnes blancas de pollo o pavo . La mayor caída fue para las salchichas (-13,8%) y los elaborados cárnicos (hamburguesas, carne picada), que atravesaron un descenso en sus ventas de prácticamente el 10%.

La misma consultora Nielsen reconoce que pasadas unas semanas la normalidad se ha restablecido en los mercados con la recuperación de las ventas, hasta el punto de que el sector espera un aumento de clientes de cara a la Navidad. En este contexto, el Gremio de Carniceros de Barcelona prevé vender más de 2.500.000 unidades de canelones, lo que representa un incremento del 1% en sus ventas respecto a los 2.275.000 que se adquirieron el año pasado.

Los tradicionales canelones llegaron a la ciudad condal en 1815 de la mano de Giovanni Ardizzi, un cocinero que los hizo popular en la legendaria fonda Beco del Reco. Desde entonces, el GremiCarn ha preservado la receta de los canelones de la “yaya” que incluye cerdo y ternera de primera calidad, butifarra, zanahorias, cebolla y otros condimentos como la bechamel, que constituye el toque estelar de este alimento.

Muchas mesas catalanas preparan para el día de Sant Esteban , 26 de diciembre, los conocidos “canelones de toda la vida” que realzan la cultura tradicional de un producto 100% artesano.