María Florea y Sara Ferrández abren la temporada de la OBC

Que las violinistas tengan una nueva oportunidad de subir al escenario es una excelente noticia

Las dos violinistas, durante su actuación May Zircus/L'Auditori de Barcelona

Pep Gorgori

Cuando las medidas sanitarias hicieron inviable abrir la temporada de la Orquesta Sinfónica de Barcelona (OBC) con la descomunal sinfonía «Turangalila» de Messiaen, los programadores de la casa tuvieron la feliz idea de echar mano de aquellas dos jóvenes a las que habían invitado el año anterior al festival «Emergents», dedicado al talento emergente del país. Da pena pensar que nos quedamos sin escuchar la siempre impresionante sinfonía del compositor francés, y aún más pensar que en realidad no sabemos cuándo un escenario podrá volver a acoger la cantidad de músicos que se necesitan partituras de estas dimensiones. Pero, mirándolo por el lado positivo, que la violinista catalana María Florea y la violista madrileña Sara Ferrández tengan una nueva oportunidad de subir al escenario es una excelente noticia.

Las dos son unas verdaderas virtuosas de sus respectivos instrumentos. Ambas son amigas desde que coincidieron en el Conservatorio Reina Sofía de Madrid , y sus carreras han sido meteóricas. Ferrández toca cada semana en la Filarmónica de Berlín bajo la dirección de Kirill Petrenko (hasta hace poco, de Simon Rattle); y Florea, algo más joven, ha empezado a destacar como solista tras graduarse, con todos los honores, por la Royal Academy of Music y el Mozarteum de Salzburgo. Abordaron la bellísima Sinfonía Concertante para violín y viola de Mozart.

Ambas demostraron más que prometedoras cualidades , desde la adecuación al estilo y la elegancia en el fraseo hasta una complicidad que se tradujo en un sonido compacto y emotivo. Todo ellos, con una conexión impecable con los músicos de la orquesta, a los que a la práctica dirigieron ellas mismas durante los treinta minutos que dura la obra. Como propina, una sencilla adaptación de una de las invenciones a dos voces para teclado de Bach: Florea, con la parte correspondiente a la mano derecha y Ferrández con la de la izquierda. Sencillez y buen gusto como colofón a una actuación que dejó con ganas de verlas mucho más.

El concierto se inció con una pequeña joya de nuestro patrimonio musical, la obertura «Hercule et Omphale» de Ferran Sor, y prosiguió con la Segunda Sinfonía de Beethoven. Ono las dirigió sin sorpresas.

Música: F. Sor, Mozart, Beethoven. Intérpretes: M. Florea, violín; S. Ferrández, viola. Orq. Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña. K. Ono, director. Fecha: 2 de octubre. Lugar: L'Auditori, Barcelona.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación