«La juventud baila»: los 75 años de película de la sala Apolo

El realizador Marc Crehuet presenta en el In-Edit un desternillante falso documental sobre la historia de la sala barcelonesa

El actor Francesc Ferrer (Fede), en un momento de «La juventud baila» Abc

David Morán

En 2011, antes de firmar con «El rei borni» su primer gran hit autoral, Marc Crehuet aterrizó en TV3 con «Pop Ràpid», una irreverente y desmitificadora serie que se echaba unas cuantas risas a costa de las miserias del indie barcelonés. Un hilarante retrato generacional del que salieron propulsados personajes como Fede, escuchimizado y bigotudo treintañero con vocación de estrella (fugaz) e ingenio suficiente como para escribir canciones sobre, ahí es nada, la legendaria lista de invitados de la sala Apolo.

Un personaje que Crehuet reconoce que fue como un «alter ego exagerado y caricaturesco» de sí mismo y que ahora recupera para articular «La juventud baila», documental que nació como un encargo por los 75 años de historia de la sala Apolo y que se ha acabado por convertir en un ácido retrato de una generación que bordea los cuarenta y que tuvo en la sala barcelonesa su base de operaciones nocturna.

«No se puede decir que sea el documental del Apolo; más bien es mi película de homenaje a la sala», explica el realizador barcelonés, a quien el director de la sala, Alberto Guijarro, dio libertad absoluta a la hora de acometer la empresa. Una barra libre que se traduce en un descacharrante falso documental sobre la noche barcelonesa, el paso del tiempo y la temida crisis de los curanta. «Encajar toda la historia de la sala y todas las sensibilidades me parecía un proyecto imposible, así que decidí que tenía que hacerlo bajo mi punto de vista», explica Crehuet.

De ahí que buena parte de la cinta esté centrada en los noventa, aquellos maravillosos años en los que a los pasillos de arriba se les llamaba salas y el indie empezaba a hacer estragos. «Yo viví el boom de la electrónica de los noventa en el Apolo. Mi memoria de la sala es musical. Recuerdo una noche, por ejemplo, en la que cambiabas de sala y pasabas de escuchar el “Highway To Hell” de AC/DC al “My Baby Just Cares”, de Nina Simone. Y todo mientras en la sala grande pinchaban techno», evoca.

Con recuerdos como este convertidos en materia prima, «La juventud baila» también abre plano para reclutar a otros actores de «Pop Ràpid» como Miki Esparbé, Anna Bertran y Alain Hernández y entrelazar ficción y realidad a partir de los testimonios de Alberto Guijarro, DJ Coco, Óscar Broc y Javier Blánquez, entre otros. La cinta, que se estrena el sábado dentro del festival In-Edit, cuenta también con la presencia de la actriz Mercè Aranga, cuyo personaje le permite a Crehuet ir más allá de su propia experiencia para acercarse a la historia más remota de una sala que, antes de convertirse en catedral del indie, fue parque de atracciones, sala de baile y, en fin, epicentro recreativo de la ciudad.

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