Jassans, la quietud mediterránea
El Meam reivindica la figura del escultor, fallecido en 2006, con la muestra «La Grecia imaginada»
La escultura de Sant Jordi que luce en el vestíbulo principal del Parlament de Cataluña fue un encargo de Joan Rigol a Josep Salvadó Jassan s (1938-2006). Y en la peana de la escultura de Lluís Millet del Palau de La Música también reconocemos la firma de Jassans. En el décimo aniversario de su muerte, el Meam (Museo Europeo de Arte Moderno) reivindica a este artista con la exposición «Jassans. La Grecia imaginada». Jorge Egea y Adrián Arnau, historiadores y escultores, han rastreado su legado. «Hemos reunido cincuenta piezas para mostrar su filosofía y su creación», coinciden ambos comisarios.
El hilo conductor es su pasión por Grecia, país al que nunca viajó por su condición de profesor, que le tenía muy atado a las clases. «Jassans veneraba el arte griego sin caer en la copia –subraya Jorge Egea–. Y gran parte de su obra está dedicada a la figura humana». Vivió sesenta y ocho años y dejó mucha obra. «Hemos reunido esculturas de su familia, de museos y de colecciones privadas».
Nació en Alforja (Tarragona). «Sus primeros pasos como artista fueron en Barcelona junto a al escultor Joan Rebull, donde aprendió la técnica;durante su vida profesional mantuvo dos talleres abiertos, uno en su pueblo natal y otro en el barrio barcelonés de Sarriá», explica Egea.
Si queremos ver a Jassans en faena podemos buscar en «Youtube» un amplio reportaje que se emitió en el NODO el 21 de abril de 1980 en el que el artista esculpe una mujer desnuda mientras observa a una modelo. Las imágenes fueron tomadas en la quietud de su taller y durante una exposición en la Sala Parés de Barcelona. «Muy pocos escultores han tenido la suerte de exponer su trabajo en la Sala Parés», destaca Jorge Egea.
Las mujeres son las protagonistas de esta exposición que redescubre a Jassans e incluye algunos encargos como el busto de Martín de Riquer, que pertenece a la Academia de las Letras Catalanas, o una réplica de «Al Vent» de Reus, uno de los mejores ejemplos de sus proyectos de gran formato del Baix Camp. La quietud mediterránea y la intemporalidad viajan por toda su obra.