'Final de partida' o Samuel Beckett como válvula de escape para la tensión y el absurdo del mundo
Sergi Belbel lleva al Teatre Romea el clásico del autor irlandés con Jordi Bosch y Jordi Boixaderas
Una habitación, dos ventanas a la nada y cuatro personajes confinados entre cuatro paredes. En el centro, cubierto con una vieja sábana y sentado en una silla de ruedas, está Hamm. A su lado, inmóvil, lo observa Clov. Y dentro de dos cubos de basura, los ancianos Nagg y Nell, progenitores de Hamm, que viven doblemente confinados. A partir de estos mimbres urdió Samuel Beckett 'Final de partida', clásico del siglo XX (o clásico a secas, según el director artístico del teatro Romea, Josep Maria Pou) que regresa a los escenarios barceloneses de la mano de Sergi Belbel, Jordi Bosch y Jordi Boixaderas.
«Beckett la escribe en los años cincuenta, después de la Segunda Guerra Mundial, en un entorno casi postapocalítpco, en un mundo totalmente devastado. Es una obra que vale la pena revisar, sobre todo después de lo que ha pasado este último año, con este episodio de pandemia», explica Belbel, quien dio forma al proyecto cuando, en pleno confinamiento, empezó a traducir la obra del premio Nobel irlandés. «Hago la traducción al principio de la pandemia y reflexiono cuando traduzco: ¿Qué hay tras la ventana? No hay nada», añade.
La vigencia del texto, con el absurdo de la guerra y los ecos del Covid-19 como renovado telón de fondo, es más que evidente. «La civilización se para y hay unos personajes confinados en una habitación con dos ventanas», reflexiona el director. El humor, ácido y negrísimo, es la espita que libera la tensión. «El humor es la válvula de escape y eso hace que la obra se pueda ver con una cierta catarsis de la tensión acumulada, provocada por el absurdo de las guerras, como en el momento actual -añade Belbel-. El público puede dejar ir, en pequeñas catarsis, a través de la risa, la tensión de la humanidad con el absurdo de la guerra que nos pueden abocar al desastre«.
La producción que puede verse en el Teatre Romea y cuyo reparto completan Jordi Banacolocha y Margarida Minguillón se estrenó en el pasado Festival Temporada Alta de Girona y supone el regreso de Bosch y Boixaderas a unos personajes, los de Hamm y Clov, que ya interpretaron en 2005 bajo la dirección de Rosa Novell. «Para hacer Beckett, lo tienes que querer y te tienes que enamorar de sus palabras», defiende Boixaderas, para quien reencontrarse con la obra ha supuesto una pequeña gran sorpresa. «En cada ensayo se descubre una cosa y en cada réplica se conocen cosas nuevas sobre el pasado y el presente».