Una exposición de arte «censurado» reúne a Franco, Saddam Hussein y los «presos políticos» de Santiago Serra

El Centro de Arte La Panera de Lérida muestra una treintena de obras de la colección del empresario Tatxo Benet

«Presos políticos en la España contemporánea», de Santiago Sierra, fue retirada de la feria internacional de arte ARCO en Madrid en febrero de 2018, Efe

ABC

El Franco encerrado en una nevera de Santiago Merino, los «presos políticos en la España contemporánea» de Santiago Serra que sacudieron ARCO en 2018, la polémica composición escultórica de Inés Doujak que le costó la dirección del Macba a Bartomeu Marí, Sadam Hussein encerrado en una bañera por David Cerny, el coche franquista de Núria Güell, la performance de Abel Azcona con hostias consagradas... Si algo tienen en común todas estas obras, más allá de su discutido o discutible gusto, es habérselas visto en algún que otro momento con la corrección política, religiosa o social y, en última instancia, haber sufrido «diversas formas de censura».

Un reclamo del que ahora se sirve el Centro de Arte La Panera de Lérida para armar la exposición «Líneas rojas. La censura en la colección de Tatxo Benet», muestra que se inaugura este sábado y que reúne una treintena de obras compradas en los últimos años por el empresario catalán. Precisamente la pieza que inauguró la colección fue «Presos políticos de la España contemporánea» de Santiago Sierra, que el cofundador de Mediapro adquirió por unos 80.000 euros.

Comisariada por Cèlia del Diego y el director de la colección y galerista Benito Padilla, «Líneas rojas» incluye piezas como la instalación «Always Franco» de Eugenio Merino, la polémica pieza de Abel Azcona sobre la pederastia, el Ronald McDonald crucificado de Jani Leinonen que retiró el Museo de Arte de Haifa o la instalación Silence Bleu de Zoulikha Bouabdellah formada por alfombrillas de rezar y stilettos.

«Es cierto que algunas de las obras pueden ser desagradables o generar incomodidad, pero tolerar lo que difiere de nuestros valores es un primer paso para profundizar en la libertad. Cada vez que nosotros, los ciudadanos, nos oponemos a la censura estamos poniendo nuestro grano de arena en la lucha por una sociedad más libre. Mediante esta exhibición pública damos un pequeño paso en el camino hacia la libertad del individuo », defiende Benet, en cuya colección se pueden encontrar piezas tan dispares como el retrato de Filippo Strozzi en piezas de LEGO de Ai Weiwei y una escultura de Kim Eun-Sung y Kim Seo-Kyung que homenajea a las coreanas que en la II Guerra Mundial eran «ofrecidas» a los soldados japoneses como «confort girl».

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