Cita con los anillos de Saturno
El Observatorio Fabra de Barcelona celebra la decimoquinta edición de las «Cenas con Estrellas», que este año prometen destacadas visualizaciones astronómicas
![Detalle de una de las cenas](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2018/07/13/Sopar-kA0D--1248x698@abc.jpg)
Adentrarse en el fascinante mundo de la astronomía en un entorno privilegiado, con una cena al aire libre en una terraza con unas vistas de película es posible un año más gracias a las «Cenas con Estrellas» en el Observatorio Fabra de Barcelona , casi en lo más alto del Tibidabo. El ciclo cultural cumple este año su decimoquinta edición y lo celebrará con varios platos fuertes para los amantes de la astronomía.
Así, hasta el 19 de julio se podrá observar Júpiter y entre el 20 y 25 de julio se podrá observar la Luna. Esa misma semana, el 27 de julio, se vivirá un eclipse total de Luna, un fenómeno extraordinario que los asistentes a las Cenas con Estrella no podrán ver desde el telescopio del Observatorio pero podrán conocer a la perfección gracias a la actividad divulgativa. La cita, lo avanza Antonio Bernal, uno de los divulgadores del evento, «será muy importante porque tendrá características muy similares al eclipse de 1504, que llegó a salvar la vida a Cristóbal Colón».
A partir del 26 de julio los astrónomos del Observatorio mostrarán a los comensales todos los detalles de Saturno. «Será una época extraordinariamente buena, la mejor en 15 años, para ver los anillos» , relata Bernal, que destaca que hasta 2024 no se volverá a repetir un escenario tan favorable sobre este planeta. Por otro lado, los expertos destacan que este año se prevé una presentación muy favorable del planeta Marte, la mejor desde 2003.
Como cada agosto, la cita dará protagonismo a la lluvia de estrellas, aunque desde el Observatorio no se podrá disfrutar con todo su esplendor porque requiere de cielos oscuros. Bernal recuerda que los índices apuntan a que con motivo de las Lágrimas de San Lorenzo, se llegan a contar 70 perseidas por hora y que en Barcelona se ven muchos menos, pero la jornada es una excelente aproximación a este fenómeno tan popular del verano.
Por si estos alicientes no fueran suficientes, este año se celebra el 150 aniversario del nacimiento de Josep Comas y Solà , uno de los astrónomos más destacados del país y que fue el primer director del Observatorio Fabra, cuyas cenas de verano también están de aniversario, por sus 15 años en marcha. Las dos conmemoraciones serán muy presentes en las cenas de este verano.
«Un cielo extraordinario»
«El cielo es tan maravilloso que todo lo que hemos visto en estos años, absolutamente todo, es extraordinario» , destaca con emoción Bernal. Hace quince años, él ya colaboraba con la iniciativa y de esta etapa recuerda muchos hitos, como cada vez que una observación ha permitido ver el paso de la estación espacial internacional o cuando se pudieron visualizar cuatro satélites artificiales al mismo tiempo. 2009 también fue muy especial, resalta Bernal. Ese verano, los asistentes a las cenas pudieron ver siete satélites de Saturno de perfil, algo no muy habitual porque por luminosidad son difíciles de distinguir entre ellos.
La iniciativa, producida por Sternalia e impulsada por la Obra Social «La Caixa» y que forma parte del programa de divulgación de la ciencia de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, se emplaza en un observatorio centenario , el cuarto más antiguo del mundo que continua activo.
La cita, cada día de martes a domingo hasta principios de octubre, arranca con una cena inspirada en la astronomía y cuenta con una conferencia, que cada día varía, sobre fenómenos astronómicos, pero también biología, meteorología o arte . Tras ello, se efectúa una visita comentada al edificio, que permite descubrir instrumentos técnicos usados durante el último siglo. La velada acaba con una observación a través del imponente telescopio refractor, de 38 centímetros de diámetro, y que tiene un notable interés por su antigüedad y grandes dimensiones.
Sea por la magia del cielo o porque siempre queda mucho por aprender, las cenas consiguen atraer año tras año a centenares de comensales. Algunos repiten en una misma temporada por interés de sus conferencias, otros se lo toman como un evento imperdible de cada verano y también están los que se estrenan por primera vez. Todos ellos, inciden sus organizadores, quedan cautivados por una velada plagada de estrellas.