Cinco restaurantes temáticos en Barcelona
Algunos enclaves en la ciudad para satisfacer a los clientes que les gusta saber qué encontrarán en un sitio antes de llegar
1
Mr. Kao
José María Kao es segunda generación de una familia china, de orígenes mixtos, que regenta en Barcelona desde hace muchos años el restaurante Shanghai (el primer restaurante chino de la ciudad). Hace un par de años, sus hijas se incorporaron al negocio y abrieron un local adaptado a la cultura y a los tiempos que corren, el Kao Dim Sum (un bar de tapas chinas que al poco tiempo ha adquirido mucha fama). Los Kao se han aliado recientemente con la familia Clos y han abierto este restaurante chino, con aires mediterráneos, en los bajos del Hotel Claris. "Todas las ciudades importantes del mundo tienen un gran restaurante chino", explica Jordi Clos, cabeza de grupo. Por suerte, Barcelona ya tiene uno también. El 'pato pekín' y los platos que antaño elaboraba el abuelo de las Kao para los empleados del Shanghai son las estrellas, además de la amplia carta de 'dim sums' caseros.
Pau Claris, 150. Tel. 934876262
2
Louis 1856
Otro restaurante recién inaugurado en la ciudad que ha causado gran sensación entre los entendidos de la cocina francesa. Aquí se hace un claro homenaje al nuevo neoclasicismo. Pasada la crisis, la cocina francesa de largas elaboraciones y servicio de primera vuelve al panorama y lo hace por la puerta grande. La apuesta surge de la cervecería Moritz y su intención de brindar una cocina que aporte algo a la ciudad. Gracias a ello, Jordi Vilà hace maravillas en el sótano de la fábrica cervecera. Aquí se pueden degustar «chateaubriands» que en los últimos años en Barcelona se encontraban solo en las cartas de los restaurantes más privilegiados (como el Bar Mut) o terrinas con producto de primera que se degustaban solo de la mano de los de la vieja escuela (como el Céleri de Xavier Pellicer). Ya no hace falta viajar a París para comer como en un bistró francés. Su vajilla merece la visita, pintada a mano y de piezas únicas. Espectacular también su café infusionado.
Ronda Sant Antoni, 41. Tel. 934253770
3
Cachaca
Aunque el nombre no lo anuncia, este restaurante ofrece una cocina toscana de recetas de la abuela que te deja sin palabras. Su dedicación, empeño y amor por lo que hacen recuerda al homenaje que hace el Baccaro de la cocina veneciana o La Trifula de la cocina piamontesa. Embutidos traidos de la tierra, «focaccia» comprada al mejor productor, vinos italianos artesanales, o platos que no se encuentran cada día, como el «osobuco», son su carta fuerte. Su «tagliata» es espectacular. No hace falta solo un gran producto, sino un bien hacer de él. El local se ubica en la poco transitada calle Ataülf, detrás del Ayuntamiento; sin embargo, vale la pena darse una vuelta hasta ahí, para un festival con los amigos o una noche en pareja. La música y el ambiente harán que el sitio se vuelva un indispensable más de la ciudad. Son tímidos, porque aún no se creen que lo que tienen aquí es una gran joya. El público se encargará de confirmarlo.
Carrer Ataülf, 5. Tel. 930199569.
4
The Juice House
Este local de la calle Parlament podría ser uno más de toda la avalancha de lugares que han caído aquí por osmosis. Sin embargo, a diferencia de algunos, en los que el éxito les ha caído también como talud, este restaurante se ha ganado cada uno de sus clientes. Les ha costado, pero el cariño que le ponen a cada uno de los platos ha valido la pena. Aquí perfectamente pueden convivir en una cena una vegana, un vegetariano y un carnívoro; y todos, salir felices. Lo cual, a pesar de los tiempos, es mucho decir. Sirven grandes combinaciones nuevas con influencias latinoamericanas, asiáticas y mediterráneas. ¿Temático de qué? Pues de cocina sana elaborada con productos de temporada. Cuidarse y cuidar del planeta no significa que se deba comer de forma desabrida. ¡Gran sazón y grandes zumos!
Parlament, 12. Tel. 931171515.
5
Sofrito
Una de las escenas que más se recuerdan de la película de «Dirty Dancing» es la gran fiesta que se montan los empleados de aquel hotel de 'pijos'. Música increíble, pasos de baile, buen rollo y muuuuucho sabor. El Sofrito es esa fiesta en Barcelona. Excelente cocina latinoamericana, sobre todo venezolana, en un local desenfadado que invita a pasarlo bien. Al no encontrarse en ninguna arteria principal, sino escondido en lo alto del Poble Sec, guarda mucho de íntimo. Una especie de Robadors 23 para los latinos. Un rincón en donde lo mismo te puedes encontrar a músicos, chefs jóvenes, "bloggers", pintores y diseñadores. Tienen música en vivo y, como ya se ha corrido la voz, lo mejor es reservar. Si Serrat volviera a nacer, pasaría cada noche por el Sofrito.
Carrer de Radas, 67. Tel. 931186623.
