Cinco refugios del calor en Cataluña
La variedad del territorio ofrece refugios no solamente al calor sino también a las multitudes que se acercan a las playas

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La Cerdaña
Aunque es un destino que todos relacionan con el invierno y las estaciones para esquiar, aquí en el verano también se puede disfrutar mucho. En especial, del clima, que no alcanza las temperaturas de la costa. Senderismo y «biking» son algunas de las actividades que se pueden hacer entre sus bien conectados pueblecillos. Las visitas a sus lagos, como el de Meranges o el de Matemale son obligatorias, para refrescarse en agua dulce. Aquí hay para todos los gustos: motos, piragüismo, hípica, rafting, skate, y mucho más. Alp Llivia y Puigcerdà son dos poblaciones que permiten hacer base, en donde no es complicado conseguir hospedaje a precios irrisorios en verano, para disfrutar del entorno. El palacete modernista de La Torre del Remei, reconvertido en hotel, es una opción de lujo para disfrutar de la desconexión.
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Baqueira Beret
Las telesillas no descansan en esta famosa estación de ski, en el verano funcionan para llevar a los visitantes hasta la cima y permitirles hacer trecking y dar paseos por las montañas, disfrutar de las vistas espectaculares y del clima envidiable. Funcionan también un par de sus restaurantes, que, junto con las vistas y los paseos, son una excelente excusa para pasar el día en las alturas (a 2.220 metros). El hotel de la estación, Montarto , abre durante julio y agosto para todos aquellos que disfrutan de la montaña también sin nieve. Su piscina al aire libre, a la mitad del valle, es de ensueño. Bicicleta de montaña, paseos a pie, rafting y motocross son algunas de las actividades que se pueden realizar en las inmediaciones de la estación.
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Vall de Núria
Al Valle de Nuria no se puede acceder en coche, únicamente en tren, lo cual no solo transporta a otros tiempos, sino que transporta a la mitad de un valle casi virgen, en donde las vistas y el microclima en verano son envidiables. El viaje es perfecto para hacer en familia. Se puede acceder a él desde las estaciones de ferrocarriles de Ribes o Queralbs. Hay parkings gratuitos para dejar el coche en las dos estaciones de Ribes y en la de Queralbs. El tren recorre 12,5 kilómetros y supera un desnivel de 1.000 metros. Se aceptan mascotas, aunque deben ir atados y con bozal. El precio del billete varía de acuerdo a la edad, hay abonos de varios viajes y la opción de comprar un ida y vuelta. Una vez en el valle, las actividades a realizar son variadas, desde paseos en el lago, clases de equitación o rutas a caballo, tiro con arco, senderismo, entre otras.
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Aigüestortes y Sant Maurici
A 3.000 metros de altura, el calor amaina. El único Parque Nacional del territorio ofrece toda la infraestructura necesaria para poder visitarlo durante todo el año. En verano, el clima permite un sinnúmero de excursiones. Sus paisajes son alucinantes y las diferentes rutas que se pueden realizar aquí son para toda la familia, aunque también las hay para profesionales. Lo mejor es tener muy claro qué se quiere hacer y desde dónde se quiere acceder, hay paseos de diversos grados de dificultad, albergues repartidos a lo largo y ancho del parque, además de que hay espacios en los que solo se puede acceder a pie o en todo terreno.
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Cuevas de Benifallet
¿Qué mejor refugio del calor que una cueva subterránea? Las cuevas de Benifallet (Tarragona) son seis, que deben su particular belleza a la infiltración de agua que a lo largo de muchos años han creado fascinantes formaciones de estalagmitas y estalactitas, así como columnas gigantescas que permiten echar a volar la imaginación. Existen seis cuevas pero únicamente dos se pueden visitar sin equipo, la Cueva del Dos y la de Meravelles. La primera tiene dos bocas y un recorrido de 253 metros, con un desnivel de 12. La segunda, con un recorrido de 510 metros. Las cuevas se pueden visitar durante todo el año, aunque de abril a octubre se abren cada día (el resto del año solo los fines de semana y festivos). La entrada cuesta 7 euros, con entrada reducida para grupos y niños de 6 a 14 años, los menores de 6 años entran gratis. Las cuevas abren de las 10 a las 13.30 horas y de las 16 a las 19.30 horas en verano. Las cuevas se localizan muy cerca de Xerta, en donde se localiza el Hotel Villa Retiro, de los hermanos López, su restaurante tiene una estrella Michelin y ofrece cocina tradicional de la zona del Ebro, puesta al día.