Cinco lugares en donde vale la pena pasar la noche en Cataluña
Ya sea por su cocina, por su entorno o por sus espectaculares habitaciones, aquí hay que parar sí o sí
1
Casa Bonay
Este hotel de la Gran Via que abrió el año pasado se ha convertido en pocos meses en el sitio en donde hay que estar. No solamente por su exquisito diseño, actual y divertido, sino también por su cocina, gracias a la batuta del chef argentino que causa sensación en Madrid, Estanis Carenzo. Todas sus propuestas culinarias son interesantes, desde el bar Libertine, pasando por el Elephant Crocodile and Monkey, así como el Têt o su cafetería Mother (en colaboración con el templo del café barcelonés, el Satan’s Coffee Corner). Su ubicación, en el Ensanche derecho, es estratégica y apuesta por un territorio hasta hace poco virgen del “hipsterismo” pero que ya se ha puesto de moda . A unos pasos del Paseo Sant Joan, del Born y de la Plaça Catalunya, Casa Bonay es el lugar perfecto para pasar una noche en Barcelona y explorar lo más “in” de la ciudad.
2
Hostal de La Gavina
Así como Casa Bonay es de lo más nuevo que hay en Cataluña, La Gavina es de lo más clásico. Este hotel, ubicado en la Costa Brava, en S’Agaro, abrió sus puertas como un hostal de 11 habitaciones en 1932. Desde aquí es que la Costa Brava adquirió la importancia que tiene actualmente, pues por sus inmediaciones pasaron algunos de los personajes más importantes del mundo del arte , el cine y la política, del siglo XX. Desde Ava Gardner y Frank Sinatra (que protagonizaron una famosa pelea en su coctelería), pasando por Liz Taylor, Orson Wells hasta Robert de Niro, Julio Iglesias, Sean Connery, Lady gaga o el Rey Juan Carlos, han pasado la noche aquí.
Actualmente, se puede dormir en alguna de sus 74 habitaciones; las hay con unas vistas de película al Mediterráneo. Se puede también nadar en su piscina de agua de mar, con vistas a la bahía de S’Agaro, y ¡lo mejor!, aprovechar la estancia para cenar en su restaurante Candlelight. La cocina francesa moderna de Romain Fornell (una estrella Michelin en el Caelis de Barcelona) cierra con broche de oro una noche en este hotel, en donde la cereza del pastel es el magnífico servicio de todos los que trabajan aquí. Un verdadero placer al que se estará tentado a repetir cada año.
3
Hotel del Teatre
Este pequeño hotel en Regencós, también en la Costa Brava, pero sin pisar el mar, es un proyecto desde el corazón de una pareja franco-suiza radicada en España. Se enamoraron del territorio, del espacio (un antiguo teatro que estaba a medio caer, así como un hotel que ya funcionaba) y decidieron afincarse aquí. Con la ayuda del despacho Trestrastos le imprimieron un aire sencillo, sobrio y a la vez fresco a este pequeño hotel de tan solo siete habitaciones. Además, con la ayuda de Iolanda Bustos, una afamada cocinera gerundense, han puesto a Regencós en el mapa gastronómico, en el restaurante del hotel : La Caléndula. En él, Bustos y su esposo (él en la sala) hacen maravillas con las flores ampurdanesas, que incluyen en platos y bebidas con mucha destreza. Un espacio en el que sin duda vale la pena parar.
4
Mas de Torrent
A pocos kilómetros de aquí se ubica Mas de Torrent uno de los mejores hoteles de la zona. Este espacio exclusivo cuenta con el reconocimiento Relais & Châteaux. Tiene 38 habitaciones, siete de ellas con una piscina privada; spa, billares, piscina al aire libre, así como pistas de paddle y tenis. Además, como en el resto de las opciones de esta lista, aquí el estómago será bien recompensado, no solo por la cocina de su restaurante junto a la piscina o de sus deliciosos desayunos, sino también por la cocina de su restaurante homónimo, que desde hace un par de años es asesorado por la cocinera Fina Puigdevall (con dos estrellas Michelin en Les Cols) . Cocina de la zona con el giro característico de Puigdevall, servida con excelencia y maridada por grandes vinos, son los ingredientes perfectos para disfrutar. La cama de Mas de Torrent se cuece aparte: es kilométrica y casi literaria. Aquí, sin duda, se duerme mejor que en casa.
5
Can Seuba
Esta casa rural familiar de cuatro habitaciones se ubica en el pueblo de Rellinars, muy cerca de la montaña de Montserrat y de Sant Llorenç de Munt, a tan solo 50 kilómetros de Barcelona. Aquí no hay famoseo ni grandes chefs con estrellas, aquí hay naturaleza y una excelente oportunidad de conectar con ella. Y aunque los reconocimientos no hayan llegado aún, todo aquel que se queda aquí quiere repetir. ¿Qué más se puede decir? El lugar es encantador, la bienvenida acogedora y los desayunos son memorables. Los precios son muy accesibles y se puede alquilar la casa entera, como dos apartamentos independientes, para familias numerosas que quieran pasar una noche perfecta juntos.
