'Cantando bajo la lluvia', chaparrón musical de éxito en el Tívoli de Barcelona
El célebre musical desembarca en la capital catalana de la mano de Àngel Llàcer y Manu Guix y con más de 25.000 entradas vendidas
Los números, en este caso, sí que cantan, y no necesitan de un buen chaparrón para hacerlo alto y claro. A saber: 23 actores y bailarines, una orquesta de nueve músicos en directo, 190 cambios de vestuario, 75 cambios de escena, 14 números musicales... Y eso por no hablar de los 1.000 litros de agua que riegan cada noche el escenario y que cada noche también son convenientemente reciclados para su reutilización.
Así que llega 'Cantando bajo la lluvia' a Barcelona y lo hace a lo grande, con uno de esos montajes que están llamados a poner patas arriba la cartelera. De momento, el espectáculo que dirigen Àngel Llàcer y Manu Guix en el Teatro Tívoli ya lleva 25.000 entradas vendidas, cantidad que sugiere una más que previsible prórroga.
En esta versión de 'Cantando bajo la lluvia', Ivan Labanda encarna a Don Lockwood, Diana Roig a Kathy Selden y Ricky Mata a Cosmo Brown. La coreógrafa Miryam Benedited ha sido la encargada de conseguir que todo funcione como un reloj en una producción en la que el eco de Gene Kelly resuena a ritmo de jazz y claqué.
En el escenario no falta detalle: tanque de agua gigante, despliegue de paraguas y farolas, constantes guiños al ocaso del cine mudo y la irrupción del cine sonoro que retrata la película de 1952 de Stanley Donen, coreografías a ritmo de 'Make' Em laugh', 'Good morning', 'Singin' in the rain' y 'Moses supposes'... Además, el musical de Llàcer y Guix incluye fragmentos de películas grabadas con sistemas de grabación virtual y echa el resto con la aparato técnico, con 300 cambios de luces y 50.000 watios de sonido.
Cualquier cosa con tal de brindar el trato que se merece uno de los grandes referentes del teatro musical y doblar la apuesta por el género de un tándem Llàce-Guix que ya ha llevado a escena 'La jaula de las locas' y 'La tienda de los horrores'. En este ocasión, además, 'Cantando bajo la lluvia' llega con involuntario guiño de actualidad, ya que lo que en la película es el traumático y a ratos hilarante tránsito entre el cine mudo y las novedades técnicas del cine sonoro no debe andar muy lejos de la adaptación a toda prisa a los nuevos entornos de comunicación pandémica. He aquí, pues, una sátira que, en palabras de sus responsables, «muestra al espectador cómo los humanos reaccionamos ante la necesidad de cambiar nuestros hábitos».