Los vecinos de Barcelona se manifestarán el sábado para exigir una ciudad «cívica, segura y limpia»
«Sin un proyecto a largo plazo y solo con parches la ciudad de Barcelona no avanzará»
La crisis de seguridad en la ciudad de Barcelona de este verano ha reactivado el tsunami vecinal que hace un año tomó el centro de la ciudad para denunciar una situación que entonces varias entidades ya veían complicada. Si hace un año el colectivo -bautizado como Tsunami Veïnal - se movilizó con la misma excusa del incivismo y la inseguridad bajo el lema de «Barcelona no funciona», ahora regresa, justo un año después, con la misma indignación y un grito claro y unánime «por el civismo y la seguridad».
Con este lema, unas 40 asociaciones de vecinos y plataformas locales ultiman una manifestación para este sábado por la tarde para exigir una ciudad más segura y una «inmediata actuación para reconducir las situaciones que están dejando de ser puntuales». La convocatoria acabará, como hace un año, en la plaza Sant Jaume, a las puertas del Ayuntamiento. Allí llegarán los vecinos desde Hostafrancs, Poble Sec, Raval, Sant Antoni, Gòtic, Barceloneta, Vila Olímpica, Poblenou , Diagonal Mar, Fòrum, Besòs y Maresme, cuyas asociaciones vecinales han impulsado la cita. A ella se le han sumado muchos otros barrios.
«Salimos por los mismos motivos que hace un año: queremos una Barcelona cívica, segura y limpia», explica a ABC Eva Vila , una de las portavoces del Tsunami Veïnal y vecina del Gòtic. «Evidentemente la inseguridad es uno de los motivos por los que volvemos. No se ha trabajado con contundencia sobre este tema, y con contundencia no queremos decir fuerza policial. Queremos una policía que actúe de forma preventiva», explica.
«Mejoras»
Hace un año, la presión social hizo que el consistorio, encabezado por la propia alcaldesa Ada Colau les recibiera en dos ocasiones. «Les dimos el voto de confianza que nos pidieron porque nos prometieron mejoras, algunas de ellas rápidas de implantar en materia de iluminación o seguridad. Realmente, durante un tiempo vimos una mínima mejora, pero la situación se ha vuelto a dejar», añade Vila. De hecho, el verano cargado de episodios violentos en la vía pública solo han hecho que indignar a un colectivo que quiere «recuperar la ciudad». «Yo tengo 44 años, he tenido la suerte de vivir siempre en Ciutat Vella, en la misma calle, y no recuerdo la ciudad con el estado actual. Viví el problema de la heroína en los ochenta y ahora estamos igual o peor porque tenemos muchos más factores que hacen que el vecino esté inseguro», explica Vila.
Ciutat Vella
Aunque es consciente de que Ciutat Vella , por su masificación, es seguramente la zona más afectada por los problemas actuales, la portavoz vecinal remarca que la situación actual se ha extendido por toda la ciudad y que por ello han surgido patrullas ciudadanas o plataformas como Helpers. «Cada barrio tiene sus problemáticas pero todas están vinculadas a la seguridad y al civismo. Al final lo que no quieres para ti no lo quieres para otros, y por eso salimos a la calle juntos», remarca, al tiempo que descarta que creen alarmismo: «¿cómo puede serlo explicar lo que pasa en tu calle, si se vende droga o hay robos?», se pregunta.
Desde el Tsunami también quieren incidir en que están desvinculados de cualquier partido, aunque a menudo los intentan encasillar y señalar como fuerza «anti-Colau» . «En un mismo bloque hay vecinos de Cs, del PP o independentistas, por poner un ejemplo, y todo estamos sufriendo la misma inseguridad y el mismo incivismo. A nosotros nos da igual quién esté en el Ayuntamiento: quien está al mando es quién tiene que resolver la situación. Nosotros solo pedimos las responsabilidades a quien le toque».
Además, insiste Vila , esta movilización popular «no es una cuestión de política: es una cuestión social que se puede, y debe, resolver desde la política. Sin un proyecto a largo plazo y solo con parches la ciudad de Barcelona no avanzará».
Tercera cita
El Tsunami Veïnal se reunió por primera vez el 15 de septiembre de 2018 por el centro de la ciudad. Entonces unos 700 vecinos salieron a la calle para denunciar que «Barcelona no funciona». Dos meses después, el 24 de noviembre, los convocantes volvieron a manifestarse por el centro de la ciudad. El revuelo llevó a Ada Colau a reunirse con ellos en dos ocasiones.