Objetivo 2026: la Sagrada Familia apunta al cielo

La de Jesucristo, que será la más alta y llegará a los 172,5 metros, contará con un ascensor interior prácticamente transparente y un balcón mirador

Detalle de la maqueta del proyecto, cerca de la base de la torre de Jesucristo, a 85 metros de altura EFE

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El «skyline» de Barcelona se prepara para su nueva forma. A menos de diez años para el esperado final de la imponente obra de Antoni Gaudí los trabajos que se iniciaron hace 136 años encaran su recta final con la construcción de las seis torres centrales, las más importantes del templo. De ellas destacará la más importante y alta, la de Jesucristo, que empezará a alzarse en octubre y que tendrá 172,5 metros de altura .

El equipo que tiene la misión de acabar el emblemático proyecto detalló ayer el interior de este cimborrio, con la base a unos 85 metros de altura. La torre promete ser espectacular por fuera, pero también por dentro : contará con un imponente ascensor acristalado que permitirá a los visitantes llegar a los 138 metros de altura, donde habrá un pequeño balcón-mirador a los pies de la gran cruz de 17x13,5 metros que coronará la basílica.

El presidente delegado de la Sagrada Familia, Esteve Camps, y el arquitecto director del proyecto, Jordi Faulí, recordaron ayer que la torre de Jesucristo tendrá doce imágenes que evocarán al Evangelio en su base así como mosaicos y vitrales, con una gradación de colores que quiere simbolizar el universo y la creación. Esta parte de la obra se prevé acabada en 2022.

Además de la de Jesucristo, siguen alzándose las cuatro torres de los Evangelistas y la dedicada a la Virgen María, que serán más bajas que la más importante pero que destacarán mucho más que las ocho actuales que presiden las fachadas de la Pasión y la Natividad . Para su fin, los arquitectos siguen apuntando al 2026, aunque ayer precisaron que para entonces estará terminada la infraestructura en sí pero quedarán pendientes infinidad de minuciosos detalles decorativos , como los que Gaudí solía usar.

Precisamente para culminar toda la obra con la esencia que el arquitecto quería, el Patronato de la Sagrada Familia cuenta con una comisión técnica , con teólogos y críticos de arte independientes, que asesora a los arquitectos para plasmar todos los detalles de la obra.

«Somos herederos del proyecto de Gaudí y nuestro objetivo es acabar el proyecto como él quería» , recordó Faulí. Así lo repitió al referirse a las reuniones con el Ayuntamiento de Barcelona para regularizar los permisos de obras que al templo le han faltado desde que se iniciaron los trabajos y también al hablar de la culminación del proyecto con la majestosa entrada que Gaudí ideó -todavía por acabar-, que obligaría a expropiar decenas de pisos de la zona. Según avanzaron, los permisos quedarán resueltos este mismo año pero. la compleja intervención urbanística sigue sin resolución.

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