Polémica entre Colau y Agbar por el encarecimiento del último recibo del agua
Su gobierno acusa la subida, de más de 100 euros en algunos casos, a un «error» por la lectura estimada, y la empresa lo achaca a la nueva tasa de residuos
Enésimo episodio de la guerra abierta entre Agbar y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que preside Ada Colau. El incremento del precio de la última factura del agua , de hasta 100 euros en algunos casos, ha abierto una nueva brecha en las difíciles relaciones entre la administración pública y la empresa que controla el suministro de agua en Barcelona, que viven enzarzados desde que la formación de la alcaldesa intentara municipalizar el servicio del agua en la capital y que ahora se culpan entre ellos del aumento en la factura.
El AMB estimó este martes en un 19 por ciento el aumento de la factura de Aigües de Barcelona (participada mayormente por Agbar) y aseguró que este se debe a un «error» en la lectura de los contadores. El vicepresidente de planificación estratégica de la AMB y concejal de Presupuestos del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí, dio por hecho que en el fondo de la cuestión está que se han facturado de golpe los litros acumulados por haber hecho lecturas estimadas para las facturas emitidas en el estado de alarma.
Según exponen las fuentes municipales, durante los meses de confinamiento no se han hecho lecturas presenciales y los usuarios han pagado por el consumo de agua del mismo periodo del año anterior, que en este ejercicio ha sido superior porque la población estaba más tiempo en casa. Por eso, Martí consideró que el «error de facturación» afectaría al 60 por ciento de los usuarios de los 23 municipios metropolitanos en que opera Agbar, que son a los que se hace lectura manual de los contadores del agua, pero no al 40 por ciento que tiene telelectura automatizada.
Tasa contra los que menos reciclen
La empresa, sin embargo, argumenta que el coste incrementado se debe a la nueva tasa de residuos impulsada por Colau recientemente que prevé penalizar a los ciudadanos que menos reciclen y más agua gasten. Por eso, descartan que se trate de un error. Sobre esto, Martí asegura que este tributo, que se ve reflejado el recibo del agua, no debe superar los 8,5 euros.
En un comunicado, Agbar defiende haber aplicado «de forma estricta» la normativa fijada en el reglamento sobre el ciclo del agua cuando no se puede acudir a realizar una lectura real y reitera además que el principal incremento de la factura es consecuencia de la inclusión de la nueva tasa de residuos, algo que consideran que «se hará evidente en las próximas facturas».
Mientras, los comunes han ido calentando el ambiente contra la compañía. A través de Whatsapp, Barcelona en Comú está alertando a sus simpatizantes de que si su última factura del agua ha subido más de 10 euros es por la que denominan «la estafa de Agbar» y que deben reclamar a la suministradora. La alcaldesa Ada Colau también aprovechó Twitter para cargar contra Agbar: recordó que la nueva tasa sobre residuos tiene un importe «de 6 euros de media». «¡Y estamos viendo subidas de hasta 100 euros!», se quejó.
Por si esto fuera poco, ambas partes discrepan sobre como se tiene que efectuar el retorno del dinero cobrado de más. El Ayuntamiento asegura que la empresa se ha avenido a repasar las facturas en que ha cobrado de más y a compensar a los usuarios en la próxima. Sin embargo, el Ayuntamiento entiende que esto se tendría que hacer sin que haga falta que los afectados presenten una queja, pero Agbar no prevé una revisión automática.
El PP pide paralizar la tasa de residuos
Por su parte, el grupo del Partido Popular en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha reclamado separar impuestos de consumo en el recibo del agua y dejar sin efecto la nueva tasa de residuos urbana hasta 2022, por la situación de crisis de la COVID-19. El portavoz metropolitano del PP, Miguel Jurado, presentará una moción en el próximo pleno del AMB para solicitar esta medida.