Muere el arquitecto Federico Correa, figura clave de la Barcelona olímpica
Fue el autor de la remodelación del Estadio Olímpico para los Juegos de Barcelona 92 y uno de los puntales del Movimiento Moderno de Cataluña
El arquitecto Federico Correa, uno los nombres clave en la ordenación del Anillo Olímpico de Montjuic, ha fallecido este lunes en la capital catalana a los 96 años. El Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC) ha lamentado en su cuenta de Twitter el fallecimiento de Correa, al que ha definido como «uno de los arquitectos más influyentes de la arquitectura del siglo XX» y «un gran maestro de diversas generaciones de arquitectos». Un de sus proyectos más conocidos fue la remodelación del Estadio Olímpico para los Juegos de Barcelona 92,
Profesor en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (1959-1966), en 1977 obtuvo la cátedra de Proyectos, y desde 1967 fue también profesor de la Escuela EINA. Convertido en una de las las grandes figuras del Movimiento Moderno de Cataluña gracias a su trabajo en el estudio de José Antonio Coderch, el 1953 se asoció con el diseñador Alfonso Milà Sagnier, con quien había convertido escuela y pupitre en los jesuitas, para dar forma a proyectos y edificios icónicos de la ciudad como los restaurantes Flash-Flash e Il Giardinetto, la Torre Atalaya en la Diagonal y el proyecto de reforma de la plaza Reial.
La nueva sede de la sede de la Diputació de Barcelona, el Museo Episcopal de Vic, la fábrica Montesa en Esplugues de Llobregat y la fábrica Godó i Trias, en Hospitalet de Llobregat, fueron otros de los hitos de un arquitecto cuyo nombre quedará ligado para siempre a la reordenación del Anillo Olímpico de Montjuïc en Barcelona, proyecto que acometió junto a Carles Buxadé y Joan Margarit, y a la reforma del Estadio Olímpico de Barcelona.