Maquinaria eléctrica para las obras públicas en Barcelona
El Ayuntamiento pone en marcha una prueba piloto de cinco semanas en la que pretende evaluar la eficiencia y el impacto sonoro de esta tecnología en la calle
El Ayuntamiento de Barcelona ha impulsado una prueba piloto para realizar obras públicas con maquinaria eléctrica y tratar así de minimizar las emisiones contaminantes y acústicas de unas actuaciones que habitualmente son muy molestas para los vecinos. Se trata de una colaboración publico-privada con Agbar (la empresa que gestiona las aguas de Barcelona), que consistirá en substituir las cañerías del cruce de las calles Balmes y Córcega.
Las herramientas han sido facilitadas por Germans Homs, una compañía catalana que ha fabricado para la ocasión una excavadora eléctrica, un martillo neumático, una carretilla elevadora y diferentes tipos de maquinaria ligera. La ejecución de las obras corre a cargo de Sorigué, y los trabajos durarán entre cuatro y cinco semanas.
Con esta iniciativa, Barcelona se convierte en la primera ciudad del sur de Europa en probar este tipo de tecnología . Manuel Valdés, gerente de Movilidad e Infraestructuras del Ayuntamiento, ha declarado ante los medios que el consistorio tiene prevista la aprobación de una normativa que obligue pronto a incorporar maquinaria menos contaminante en las licitaciones de obra pública.
En este sentido, Valdés ha reconocido que uno de los principales impedimentos para extender el uso de estas máquinas es la escasez de puntos de carga y la lejanía de estos de la mayoría de obras. Para luchar contra la escasez de cargadores, el Ayuntamiento tiene previsto redactar un protocolo de conexiones de maquinaria eléctrica a la red pública de energía existentes y añadir tantas como haga falta para incentivar el uso de estas herramientas.
La prueba piloto
La prueba piloto se enmarca en los planes del equipo de Gobierno municipal para mejorar la calidad del aire y la contaminación acústica de la ciudad. De este modo, explica Valdés, han decidido apostar por la maquinaria eléctrica, así como ya impulsaron en su momento el transporte público de este tipo.
Los trabajos empezaron la semana pasada y está previsto que terminen a finales de julio . Durante este tiempo, se realizarán las mismas tareas, primero con maquinaria eléctrica, y después con vehículos diésel convencionales. A partir de los resultados obtenidos, se evaluará su viabilidad tecnológica y su eficiencia.
Marta Salamero, directora de Operaciones de Agbar, ha declarado que se espera que el uso de la maquinaria eléctrica minimice el impacto sonoro y medioambiental de las obras, pero que a falta de los resultados de la prueba piloto, no deja de ser una «apuesta». También ha remarcado que tal y como está el precio de los combustibles, es el momento adecuado para que la administración emprenda estos proyectos.
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