Juan José Omella: «Que Barcelona siga siendo bella y habitable»
Quim Torra planta por primera vez la misa de la patrona de Barcelona, a la que nunca ha acudido Colau
«Somos impacientes y cambiamos de empresa, de partido, de familia», lamenta el Cardenal-arzobispo de Barcelona
El Cardenal-arzobispo de Barcelona, Juan José Omella , ha reclamado este martes que la Ciudad Condal siga siendo una urbe “bella y habitable”. El prelado ha expresado su inquietud ante las autoridades políticas y militares presentes durante la celebración de la misa de Fiesta Mayor en honor a la Virgen de la Merced, patrona de la ciudad. A diferencia de otros años, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, no ha participado en la cita. La alcaldesa de Barcelona , Ada Colau, también se ha ausentado un año más en la eucaristía, que retiró del programa oficial de festejos al llegar al poder municipal.
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Fuentes eclesiales consultadas por ABC han confirmado que es la primera vez que un presidente del ejecutivo catalán no acude a la cita, marcada como inicio del curso político municipal en Barcelona. Torra sí participó en la misa el año pasado, donde los políticos catalanes coinciden anualmente con la cúpula militar en Cataluña, encabezada por el Inspector General del Ejército en Cataluña, Fernando Aznar. También Puigdemont y Mas acudieron cada año a la eucaristía, en la que este martes sí había regidores de todos los partidos políticos presentes en Barcelona, escoltados por los miembros de la orden de la Merced.
Confianza y amor
Omella ha aprovechado sus palabras a los cientos de fieles que han llenado este martes la basílica de la Merced para pedir una “sensibilidad humana, fraterna, solidaria y respetuosa con las creencias religiosas”. El prelado también ha reivindicado a quienes viven movidos por una “actitud de confianza” y ha reclamado al conjunto de la sociedad que se esfuerce para vivir con mayor paciencia los acontecimientos sociales y políticos. “El ambiente en el que vivimos nos empuja a desear y a esperar que se cumpla inmediatamente todo lo prometido, y si no es así, somos impacientes y cambiamos de empresa, de partido, de familia…”, ha alertado el Cardenal.
El arzobispo de Barcelona ha recordado que la Madre de Dios ejemplifica en sí misma esta actitud de entrega a los designios divinos. “Maria, como todas las verdaderas madres sabe esperar y confiar”, ha apuntado en una homilía expresada en catalán y castellano en la que también se ha referido a la necesidad de educar a las futuras generaciones para amar “más y mejor” . “No podemos crear a seres ensimismados, egoístas, que tienen de todo y nunca tienen bastante. (…) Educar es también, pues, saber negar cosas, enseñar a renunciar, a asumir el fracaso, a dilatar en el tiempo la consecución de los deseos”.
Finalmente, el máximo representante de la archidiócesis barcelonesa ha solicitado a los fieles, y al conjunto de la ciudadanía, que esté cerca de quienes sufren en nuestro entorno. “Cerca de nosotros hay gente muy sola, jóvenes desorientados, familias rotas, inmigrantes, enfermos. Aquellos que trabajan para construir puentes de comunión y fraternidad y se sienten solos e incomprendidos”, ha lamentado Omella tras pedir “calor y ayuda” para ellos.