El histórico teatro Apolo de Barcelona, víctima de una «estafa» millonaria

Artistas y trabajadores reclaman a Ethika Global, gestora del teatro, más de 2 millones de euros de presuntos impagos

«La Maña», Reguant y Pep Sala, junto a algunos de los damnificados por el cierre del teatro Ep

D. C.

Se apagaron las luces del Teatro Apolo, uno de los locales históricos del Paral·lel barcelonés, y lo que queda no es otra cosa que un reguero de deudas y contudentes acusaciones de estafa dirigidas contra Ethika Global, empresa gestora que tomó las riendas del teatro hace dos años. En concreto, unos 200 empleados y proveedores reclaman a la empresa gestora del teatro, Ethika Global, unos 2 millones de euros de presuntos impagos. Entre los damnificados destacan el exdirector artístico, Ricard Reguant, cesado hace unos meses, así como los artistas Pep Sala, Lita Claver «La Maña» y Arnau Puig, entre otros.

De hecho, según ha denunciado este lunes el abogado que lleva a algunos de los afectados, Miquel Mitjans, de Mitjans Advocats, lo que ha hecho Ethika Global ha sido cometer «una estafa a gran escala» y saquear el teatro, por lo que ha considerado que la Fiscalía debería entrar de oficio. «No es un grano de arena, estamos hablando de sociedades 'offshore' y sociedades cruzadas. Es un conglomerado de sociedades insolventes, opacas e instrumentales», ha señalado Mitjans.

Por su parte, el exdirector artístico del teatro, Ricard Reguant, ha cuantificado que la empresa debe al menos 2 millones de euros en nóminas, «quizás más», aparte de cotizaciones a la Seguridad Social, IVA y derechos de autor a los actores y proveedores con los que ha trabajado desde finales de 2017, en diferentes espectáculos como «Sherlock Holmes», «Tropicana» y «Rouge» y «Un reencuentro inolvidable». «Me prometieron que pagarían enseguida», ha dicho Reguant, que ha defendido que no fue un problema de falta de calidad en los espectáculos, que tuvieron recaudaciones exitosas, sino de voluntad de no querer pagar.

Asimismo, ha detallado que el propietario de la sala tampoco está cobrando el alquiler y que tiene la disposición de que el teatro siga abierto con otros gestores; aunque ha recibido una querella de la empresa gestora para dilatar al máximo el contrato: «El propietario quiere que el teatro siga siendo teatro. Hay tres empresas interesadas. Dos de Madrid y una de Barcelona», ha avanzado.

Desde Ethika Global aseguran que la reclamación de los actores y empresas proveedoras no son ciertas, y que tras el cese de Reguant al frente de la sala «no subsiste deuda alguna frente a las productoras, ni por concepto de salario y otros emolumentos frente a los trabajadores, técnicos, ni personal de limpieza que han mantenido relación laboral con la dirección». Según la empresa, «ninguna obra ha arrojado beneficio desde noviembre de 2017 a diciembre de 2018, coincidiendo con el periodo en el que Ricard Reguant ha sido director general del Apolo».

El pasado mes de noviembre , el cantante Naim Thomas ya denunció la falta de pago por parte de Ethika Global Entertainmen t tras trabajar en el musical «Rouge Fantastic Love» en el Teatro Apolo de Barcelona, mientras que «La Maña» lleva meses reclamando los más de 90.000 euros que una sentencia judicial reconoce que le debe la empresa.

El Teatre Apolo, uno de los más grandes de la ciudad y con más de 100 años de historia, cerró sus puertas la semana pasada sin ningún montaje anunciado para los próximos meses.

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