Un estudio confirma que el coronavirus se ensaña con los barrios más pobres

En Barcelona, la incidencia del virus en el distrito más pobre de la ciudad es casi tres veces mayor a la del más rico

Vista del Mercado de Montserrat, en el distrito de Nou Barris Efe

ABC

El coronavirus quizá no entienda de fronteras, pero sí de código postal. Y mucho. Así lo revela un estudio del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y el Institut Universitari d'Investigació en Atenció Primària (IDIAPJGol) que concluye que los distritos de la ciudad de Barcelona con ingresos más bajos fueron los más afectados por la primera ola del coronavirus. «Esta enfermedad la está sufriendo más la gente de menos nivel socioeconómico», explica la doctora. Maria Grau, investigadora principal y miembro del Grupo de investigación en epidemiología y genética cardiovascular del IMIM y del CIBER en Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP).

Los tipos de vivienda y trabajo así como el tipo de relaciones sociales son, según los responsables del estudio, factores determinantes a la hora de calibrar la incidencia del virus en diferentes barrios. En este sentido, el distrito con menos renta de la ciudad, el de Nou Barris, registró 2,5 veces más incidencia de casos de Covid-19 que el de más renta, Sarrià-Sant Gervasi.

El estudio ha analizado cerca de 9.000 casos registrados en Barcelona entre el 26 de febrero y el 19 de abril, uno de los periodos más agudos de pandemia, y los ha comparado con los indicadores de renta media por distrito, lo que ha permitido trazar una relación directa entre una renta más baja y un número más alto de casos de Covid-19. «Los resultados demuestran que los esfuerzos para contener la epidemia no pueden ignorar los problemas de equidad en materia de salud», apunta Grau, quien considera que «si no se rompe el círculo vicioso entre pobreza y enfermedad, los problemas locales de inequidad en salud permanecerán o se verán incrementados en las áreas afectadas por la epidemia».

Tal y como refleja el estudio, los vecinos de los barrios más afectados tienen mayoritariamente trabajos que no permiten modalidades de trabajo a distancia, hecho que obliga a sus habitantes a desplazamientos para acceder a su puesto de trabajo en transporte público, a pesar de las recomendaciones de permanecer en casa, hecho que multiplica las posibilidades de contagio. También existe un vínculo claro entre la vivienda y la incidencia de la enfermedad, con condiciones de habitabilidad peores, viviendas sobreocupadas o compartidas en los distritos más afectados.

Por contra, los autores del estudio apuntan a la disponibilidad de segundas residencias fuera de la ciudad como un factor a tener en cuenta a la hora de analizar los bajos datos de incidencia registrados en los distritos con más ingresos de la ciudad. A nivel efectivo, eso se traduce en que Sarriá-Sant Gervasi, con una renta media de 40.022 euros per cápita, registró 28,06 casos por cada 10.000 habitantes, mientras que en Nou Barris, con una renta de 12.000, la tasa se disparo hasta los 69,58 infectados por 10.000 habitantes. «Es fundamental aplicar políticas de educación sanitaria que favorezcan una mejor comprensión y aplicación de las medidas preventivas ante el contagio, especialmente con las poblaciones de más riesgo, como son los barrios más deprimidos», destaca el doctor. José Miguel Baena-Díez, investigador del IDIAPJGol.

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