vandalismo
Golpe policial para acabar con el «paraíso grafitero» catalán
La Policía detiene a 99 individuos por daños en trenes de esta región, que acumula la mitad de las denuncias en España
Habían encontrado en Cataluña el escenario perfecto para actuar . Lo reconocieron incluso algunos grafiteros detenidos en operativos anteriores, y fue esa sinceridad, precisamente, la que en septiembre de 2019 hizo saltar las alarmas en la Policía Nacional. Los investigadores emprendieron entonces unas pesquisas que ahora culminan con un gran golpe para poner coto al «paraíso catalán» del grafiti: 99 detenidos como responsables de más de mil pintadas en vagones de trenes y del Metro de Barcelona. La factura para remenda r los daños ascienden a 22 millones de euros , según cálculos periciales de las operadoras afectadas. Y la Policía no quiere que el vandalismo de espray siga saliendo gratis.
Que los grafiteros se encontraban a sus anchas en las vías y estaciones catalanas no solo lo confirman los protagonistas, sino que también lo hacen las cifras. Por ejemplo las 6.741 denuncias que Renfe y el Metro de Barcelona –4.981 y 1.850, respectivamente– presentaron durante los años 2017, 2018 y 2019 por actos vandálicos de esta naturaleza. Representan, según cálculos de la Policía Nacional, el 48 por ciento de las denuncias totales presentadas en España . También el lugar de residencia de estos últimos 99 detenidos confirma la predilección de los grafiteros por la red ferroviaria catalana. Más de la mitad (58) de los detenidos viajaban de otras provincias: Madrid, Castilla León, Castilla-La Mancha, Oviedo, País Vasco, Aragón, Valencia y Andalucía. Incluso un joven que viajaba desde Milán exclusivamente para hacer grafitis fue apresado en la misma pista del aeropuerto de Barcelona nada más aterrizar.
Cataluña convertido en destino grafitero de primer orden, aunque el «enemigo» también estaba en casa. Entre los arrestados en esta comunidad autónoma había una taquillera de Renfe –subcontratada a otra empresa–, que ya ha sido apartada, según explicaron a ABC fuentes de esta operadora.
Con nocturnidad y capucha
Renfe cifra en 2.700 el número total de ataques que sus trenes sufrieron a lo largo de 2019. Teniendo en cuenta que hay 270 convoyes en la red catalana, quiere decir que «cada tren fue atacado una media de diez veces a lo largo del año» , explica a ABC el portavoz de la compañía, Antonio Carmona. Una realidad a la que urgía ponerle remedio, por eso desde esta operadora valoran positivamente la detención de los 99 grafiteros. La chapa y la ventanillas de los trenes de Cercanías son el lienzo favorito de los vándalos. Su «modus operandi» habitual, atacar con nocturnidad los convoyes que duermen en las estaciones , asaltándolos en grupo, encapuchados y a menudo apedreando a los vigilantes si son sorprendidos.
Más allá del cuantioso perjuicio económico, el vandalismo afecta también directamente a todos los usuarios: trenes que con daños en zonas sensibles por seguridad deben quedar detenidos, abocados a acumular retrasos. Además, aunque no es lo más frecuente, algunos grafiteros actúan a plena luz del día accionando la palanca de emergencia de los convoyes: «El tren da un frenazo brusco que no te esperas» , explica el portavoz de Renfe. Y además del susto, si algún viajero está en pie, puede acabar herido. Las operadoras confían en este golpe policial como un aviso a navegantes , y que el tren del vandalismo grafitero pase por fin de largo de las estaciones catalanas.