La depuración borbónica de Barcelona no se detiene
El Ayuntamiento de Ada Colau tira adelante el cambio de nombre de la plaza Juan Carlos I del centro de la ciudad
Campaña contra los símbolos monárquicos de las calles de Barcelona en marcha. Cuando todavía no se ha llegado al primer año de mandato de Ada Colau en el Ayuntamiento de Barcelona, la alcaldesa sigue con su c ruzada contra las señas borbónicas de la ciudad y está cumpliendo su palabra de revisar la nomenclatura para actualizar los nombres de calles y plazas.
El último episodio de este rebautizo municipal se encuentra en la plaza Juan Carlos I, ubicada en el cruce entre la avenida Diagonal y paseo de Gracia. El equipo de gobierno está impulsando los trámites para pasar a conocerla como plaza del Cinc d’Oros, en alusión al nombre popular con el que se conocía históricamente a la plaza entre sus vecinos.
De momento, los plenos de distritos barceloneses de Gràcia y el Eixample votaron esta semana favorablemente el cambio el nombre , en ambos casos con los votos a favor de BComú, ERC, PSCy la CUP. Por su parte, CiU se abstuvo y tanto C’s como PP votaron en contra de la medida.
El PSC apoyó el cambio pero su líder ha defendido en diversas ocasiones que Juan Carlos I debe tener un espacio dentro de Barcelona. Por su lado, C’s exigió que haya más consenso en este tipo de modificaciones de calles o plazas, mientras que el PP denunció que desaparezca su nombre dado que ha sido una figura muy importante dentro de la democracia. Tras este paso, la propuesta se expondrá públicamente durante dos meses y se espera que el cambio sea oficial tras el verano, después de ser aprobada por la alcaldesa.
Desde el Ayuntamiento, el primer teniente Gerardo Pisarello defiende que éste «es un ejemplo más de que Barcelona es una ciudad moderna y democrática , donde todo se puede discutir libremente y con naturalidad, sin miedo».
Este nuevo bautizo se fundamenta, según defienden desde el Consistorio, en la recuperación del nombre histórico que recibía la plaza popularmente a principios del siglo XX. De hecho, el nomenclátor decidió que el popular cruce pasara a denominarse Juan Carlos I el 27 de febrero de 1981, cuatro días después del intento fallido de golpe de estado del 23-F.
Un recuerdo a la República
En la misma línea, Pisarello apunta a que «el próximo paso es recuperar la memoria del obelisco que se encuentra en el centro de la plaza, que empezó siendo un monumento republicano que el franquismo, de forma vengativa, convirtió en monumento ‘de la victoria’». Recientemente, Colau ya impulsó un homenaje a la memoria republicana, con cambio de nombre incluído.
Este es el segundo nombre borbónico que el gobierno de Ada Colau elimina de la nomenclatura barcelonesa. Dentro del cambio de símbolos impulsados dentro de las dependencias municipales, la alcaldesa cambió de nombre el salón de plenos del Ayuntamiento, que se conocía como Reina Regente –en honor a la archiduquesa de Austria y madre de Alfonso XIII– y ahora pretende que esta sala majestuosa sea conocida como el salón Pi i Sunyer, que fue alcalde de Barcelona durante la República.
Otros posibles cambios
Además, el gobierno de Colau tiene en el punto de mira otros nombres de Barcelona, como el paseo de Isabel de Borbón, la avenida del Príncipe de Asturias, el muelle del Príncipe de España, la calle Alfonso XIII o la plaza y la avenida de Maria Cristina , entre otros.
Por otro lado, recientemente durante los polémicos actos de celebración de la República que organizó el consistorio, se hizo una fiesta para celebrar el cambio de nombre de la plaza Llucmajor por plaza de la República.
Los episodios de Colau contra símbolos históricos no terminan aquí. Sonada fue la retirada del busto Juan Carlos I del salón de plenos al poco tiempo de llegar a la alcaldía, un acto que realizó al considerar que era una «anomalía» que la figura siguiera presidiendo la sala.