Cuatro millones de euros para rehabilitar la sede del Real Círculo Artístico de Barcelona
La institución cultural abrirá una biblioteca y un centro de investigación documental para reforzar su presencia en la ciudad
Siguiendo con su estrategia de abrirse a la ciudad y ocupar un espacio central en desarrollo cultural de la capital catalana, el Real Círculo Artístico de Barcelona ha emprendido un proyecto de reforma y modernización de su sede, el Palau Pignatelli, con una inversión de cuatro millones de euros.
Las obras, que se alargarán hasta finales de año, no sólo servirán para ampliar la oferta cultura, sino que permitirán abrir una biblioteca y un centro de investigación documental al público. La remodelación del edificio, que se enmarca dentro de la segunda fase del Pla Director iniciado en 2014 para mejorar las instalaciones de forma progresiva, tiene como objetivo final conseguir un edificio más eficiente, seguro, funcional, moderno y accesible.
Entre los nuevos espacios que se prevé mejorar o renovar destaca la terraza exterior y nuevas salas de exposiciones para mostrar el fondo de la institución. La intervención no afectará a la fachada del Palacio Pignatelli, un edificio construido en 1968 sobre las bases de un palacio gótico con elementos de la Edad Media en la planta baja y neoclásicos en la primera planta. «En un solo palacio van a estar los estilos arquitectónicos de cuatro épocas distintas, porque cuando acaben las obras, uno de los espacios lo creará y decorará la artista Pepa Poch con el estilo moderno del siglo XXI», ha explicado el presidente de la entidad, Josep Fèlix Bentz.
Fundado en 1881 y con un patrimonio pictórico y documental en el que destacan más de más de 600 obras de artistas como Josep Clarà, Marià Fortuny, Josep Llimona, Ramón Pichot o Manolo Hugué así como un fondo bibliográfico de más de 6.000 volúmenes, 4.000 escritos y cerca de un millar de espistolarios, el Real Círculo Artístico de Barcelona también tiene previsto digitalizar todos su archivo entre 2017 y 2018,
Durante las obras, que durarán hasta final de año, todo el edificio, menos la primera planta, permanecerá cerrado, y por ello la junta ha trasladado a los socios a un espacio provisional en la calle Casanovas donde podrán seguir con sus talleres, sus reuniones y su trabajo con normalidad.