Cuatro detenciones y calles desérticas en la primera noche de toque de queda en Cataluña

El centro de Barcelona parecía anoche un decorado sin vida. Un parque temático cerrado. Prácticamente nadie estaba en las calles de la Ciudad Condal a partir de las diez de la noche , hora establecida por el gobierno catalán para activar el toque de queda . El efecto domingo y el cambio de hora acabaron de acompañar a la ciudadanía en el cumplimiento disciplinado de las nuevas restricciones.

Aunque el endurecimiento de las medidas para frenar la segunda ola de contagios chocó con escasas resistencias en Cataluña, medio centenar de negacionistas se plantó en la plaza España de Barcelona para protestar contra el que consideran un nuevo ataque a sus libertades individuales. La concentración acabó con cuatro detenidos tras una manifestación en la que algunos intentaron cortar el tráfico al grito de «¡Libertad!» .

En la protesta algunos de los manifestantes no llevaban mascarillas ni guardaban la distancia de seguridad y al ser requeridos para que se identificaran se produjeron forcejeos y agresiones que causaron heridas leves a dos agentes . Finalmente, los Mossos detuvieron a cuatro personas del citado grupo, entre ellas un menor de edad.

Más allá de este choque con la Policía, la primera noche tras la entrado en vigor el toque de queda fue en general tranquila y con un descenso perceptible de la movilidad nocturna en toda Cataluña. Con todo, y para asegurar el cumplimiento de las nuevas medidas, un millar de mossos se desplegaron durante la noche para informar de la aplicación del toque de queda . Una actuación que, por el momento, fue «pedagógica y didáctica» y evitió la imposición de multas.