¿La cuarta pirámide del Mediterráneo, en Barcelona?
Un actor y promotor egipcio quiere impulsar un faraónico centro cultural y de conocimiento que uniría Europa y África en las instalaciones de las Tres Chimeneas de Sant Adrià
Que la cuarta pirámide del Mediterráneo , tras las tres míticas de Guiza (Egipto), esté junto a las Tres Chimeneas de Sant Adrià del Besòs (Barcelona) y que sea un espacio de cultura y conocimiento que simbolice que entre Europa y África no existen fronteras. Con esta sorprendente propuesta, el promotor egipcio, y también actor, Mohamed Aly, ha desembarcado esta semana en Barcelona.
Aly, que también es propietario de la constructora Amlaak, pisó hace pocos años por primera vez la capital catalana y entonces vislumbró las chimeneas de la antigua central térmica y se acordó del mítico Faro de Alejandría, una de las siete maravillas de mundo antiguo. Entonces empezó a imaginar un gran coloso adrianense allí mismo, que simbolizaría la unión con otro gran coloso egipcio, la nueva y gran biblioteca de Alejandría.
De hecho, el proyecto se inspira en esta biblioteca y también en la creación de la ciudad internacional universitaria de París , que se llevó a cabo en 1923, después de la Primera Guerra Mundial para contribuir a la consecución de la paz mundial.
El sueño de Aly, que en breve será presentado a las administraciones catalanas , cuenta con el apoyo del consultor Rafael Salanova y del despacho Alonso Balaguer y Arquitectos Asociados, el arquitecto Pier Paolo Troiano, al técnico urbanista Josep Cuéllar Blanco y el exrector de la Universidad de Barcelona Màrius Rubiralta, que coordina a los expertos.
Un revulsivo mundial para la zona
Más allá del imponente choque visual, el proyecto -una parte de cuyos terrenos son a día de hoy son privados y cuyo futuro está en el aire- supondría un revulsivo para la transformación de esa zona: las instalaciones de la antigua central térmica, y sus particulares chimeneas (patrmonio de interés local) tienen que albergar equipamientos de barrio (todavía por concretarse) y, con esta propuesta, sus ideólogos defienden que se conseguiría un centro pionero de proyección mundial , que ayudaría a la reordenación de este frente marítimo.
Entre sus posibles inquilinos, proponen, habría una gran univsersidad del Mediterráneo con intercambio constante de información y conocimiento, el Museo Mundial del Personal de Paz de la ONU , oficinas diplomáticas y de derechos humanos u oficinas de seguimiento de las 32 misiones europeas que están en activo en África o incluso un largo paseo de la fama de premios Nobel que uniría Sant Adrià con Las Ramblas.