Coronavirus
El último barco a casa para Emma
Una joven italiana que viajó a Barcelona para aprender español consigue volver a casa en el último ferry que circula por ahora
![El último barco a casa para Emma](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2020/03/27/ee-U75214605617qBZ-1248x698@abc.jpg)
Hasta ahora podemos decir que el 2020 no ha sido lo que esperábamos. Tampoco para los estudiantes que decidieron venir a Barcelona a formarse y a disfrutar de esta increíble ciudad durante, al menos, un semestre. Cuando comenzaron a llegar las noticias sobre el virus que paralizó toda China, nunca pensamos que sería una situación que nos podría afectar. Estamos muy lejos, es solo una gripe… pues para ser solo una gripe, el coronavirus está atacando fuerte.
Emma Renzi es una chica italiana que llegó a Barcelona el pasado mes de septiembre para estudiar español . Vivió con una familia hasta febrero y, a partir de ahí, se mudó a casa de otra familia. Quién sabe si Emma solo pretendía estar un semestre, un año o una década. Lo cierto es que, en este momento, Emma tiene la última oportunidad de volver a casa. Hay un último barco en el puerto esperándola, tanto a ella como a otros ciudadanos italianos, para llevarla de vuelta a casa.
Cuando se supo que la situación en Italia estaba delicada, Emma se sentía más segura estando en Barcelona . Aquí habían algunos casos, pero todo estaba bajo control, o eso parecía. Sin embargo, siguieron aumentando los casos en Barcelona, Valencia, Madrid… y un día llegó el confinamiento, llegaron las colas en los supermercados, el número de fallecidos por el coronavirus no paraba de subir. Era momento de quedarse en casa , pero qué bonito sería poder quedarse en la que siempre ha sido tu casa, con tu familia, con lo que realmente significa «hogar» para ti.
Emma quería volver a casa, pero cientos de vuelos a Italia fueron cancelados desde que el Covid-19 comenzó a expandirse sin control. La vía marítima es la única opción que tenía, así que se comunicó con la línea Grimaldi. La respuesta fue positiva, pero no la que ella esperaba. La compañía de cruceros solo tenía dos fechas disponibles, 18 o 26 de marzo, y después suspendería todas las rutas hasta nuevo aviso. Era ahora o nunca y Emma decidió irse ahora.
Jueves 26 de marzo de 2020. Emma tenía que estar en el Puerto de Barcelona a las seis de la mañana, ya que todos los pasajeros tenían que pasar por un chequeo médico antes de poder embarcar por las siguientes 23 horas en un ferry que los llevará hasta Génova. Pero la aventura no termina ahí. La movilidad en Italia está muy restringida, «los controles son mucho más estrictos en Italia que en Barcelona», comentó Emma a ABC.
La familia de Emma vive en un pueblo pequeño cerca de Florencia, aproximadamente a unas cuatro horas en tren. Aquí se le presenta un problema: el servicio de tren está suspendido . La única manera de volver a su hogar es que su padre vaya a Génova a buscarla en coche -un viaje de unas tres horas- con un permiso especial, el cual no garantiza que las autoridades no los vayan a detener. Pero todo sea por pasar esta situación extraordinaria acompañada de los suyos, en el lugar que la vio crecer.
De un momento a otro, el 26 de marzo llegó. Ahí estaba el barco que llevaría a Emma a su país. De ese mismo barco descendieron el miércoles unos 200 españoles que embarcaron el ferry en el puerto de Civitavecchia tras un acuerdo bilateral entre España e Italia para repatriar a los ciudadanos que no habían podido regresar debido a las restricciones de viaje por la situación de alarma. Estaban en la misma situación que Emma. En tiempos así, de incertidumbre, no hay lugar como el hogar.