Colau crea una escuela municipal para devolver a los «ninis» al sistema educativo
El Ayuntamiento gasta casi 2 millones de euros en reeducar a jóvenes que dejan los estudios
A partir del mes de septiembre los jóvenes barceloneses que ni estudian ni trabajan -comúnmente denominados «ninis»- tendrán «una opción» para salir del círculo vicioso de fracaso escolar y falta de empleo que padecen con frecuencia. El Ayuntamiento de Barcelona creará para ellos una escuela pública de «segunda oportunidad» que a partir del próximo curso contará con 30 plazas. ¿Su objetivo? Impulsar un modelo «innovador» que busca rescatar a menores que se encuentren orillados del sistema educativo tradicional y con malas perspectivas en el mercado laboral.
Para lograrlo, el Consistorio trabajará con la Red Española de Escuelas de Segunda Oportunidad y los Salesianos catalanes, quienes serán los encargados de gestionar el primer centro municipal de este tipo en España. «Nos dirigimos a un perfil muy especial, los jóvenes de entre 16 y 19 años que no tienen ni la ESO. Eso les impide acceder a ciclos formativos o al Bachillerato y algunos llevan años arrastrando sensación de fracaso, han repetido curso y sienten rechazo a la escuela y al aprendizaje», explica a ABC el comisionado de Educación del Ayuntamiento de Barcelona, Miquel Àngel Essomba.
Este modelo pretende devolver a los alumnos, según sus promotores, las ganas de aprender para que acaben conectando de nuevo con un sistema educativo convencional que ven con desconfianza después de años de frustración. Para ello también se realizará una labor de trabajo psicosocial que busca orientar a los jóvenes con trabajo individual y en grupo. «Habrá alumnos que estén un año en el centro, otros que quizás necesitan cinco», resalta Essomba, lo cual despierta críticas sobre la idoneidad del proyecto entre algunos sectores.
Vulnerables
El presidente de la Red Española de Escuelas de Segunda Oportunidad, José Maria Usón , apunta que muchos de los jóvenes a los que se dirigen este tipo de centros vienen de ambientes sociales o familiares muy vulnerables. «Cada chico tiene un proceso y una mochila de experiencias muy distinta», señala. Asimismo, detalla que en esta escuela se dará una formación específica en campos con salidas laborales como la hostelería, el comercio o la electrónica, que se compaginará con el refuerzo de competencias básicas en ámbitos como las matemáticas, la lengua y la tecnología. También se trabajarán con elementos más etéreos como el fomento del trabajo en equipo, la gestión de la responsabilidad y el tiempo o la imagen personal.
«Son cosas básicas para crear buenos alumnos que fuera de la escuela sean también buenos trabajadores, ciudadanos y personas», agrega Usón. La filosofía de estos centros es ofrecer una intervención global que reintegre en el sistema educativo y laboral a los «ninis», un colectivo que solo en Barcelona integran más de 15.000 jóvenes.
El proceso de selección de los alumnos del centro ya está en marcha. Buena parte de estos se espera que vengan derivados de servicios sociales o de los institutos en los que cursaban la ESO. Asimismo, la escuela contará con un presupuesto de 1.200.000 euros en sus dos primeros años, que se suman a los 550.000 destinados a la rehabilitación del antiguo CAP Navas de Sant Andreu, donde se ubicará la escuela.
El 15,3% de los jóvenes
Según los últimos cálculos del Ministerio de Educación, el 15,3 % de los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años no estudiaban ni trabajaban en 2018. A su vez, Extremadura, Andalucía y Canarias son las regiones con más «ninis», un fenómeno que despegó durante los años de crisis, tal y como advierte Fran Viedma, secretario general de Salesianos Sant Jordi. «La crisis puso sobre la mesa el problema que supone el alto grado de abandono escolar que sufre nuestro país. Las escuelas de segunda oportunidad eran necesarias en ese contexto y lo son ahora también. Es muy importante entender que una parte de los jóvenes tiene graves dificultades para insertarse en el sistema educativo, hay que generar respuestas adaptadas a ellos», apunta.
Por su parte, desde los Salesianos afirman que dada su gran experiencia en materia de formación e inserción laboral de menores con dificultades sociales y educativas que tiene la orden, el proyecto municipal podría ser provechoso. «Llevamos décadas trabajando en ello en muchos otros países del mundo», asegura Viedma.
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