La Casa Batlló cierra sus puertas debido a los «actos vandálicos» de algunos trabajadores en huelga
Denuncia «amenazas, difamaciones, agresiones y constantes agravios contra sus empleados, visitantes y contra el propio Patrimonio Mundial»
La Casa Batlló, una de las joyas arquitectónicas que Antoni Gaudí construýo en el barcelonés Paseo de Gracia, ha decidido cerrar sus puertas a partir de mañana, día 29 de octubre, debido a, aseguran los responsables del edificio, «la escalada de tensión» provocada por algunos trabajadores de Staffpremium, empresa subcontratada para prestar servicios, que se declararon en huelga el pasado 8 de octubre.
Según denunció entonces la Sección Sindical de SUT en la empresa Staffpremium, el objetivo del paro era denunciar «la imposición de contratos temporales a una escala descaradamente fraudulenta» así como las condiciones de trabajo. Y es que, siempre según los empleados, trabajan en un espacio pequeño, sin ventilación, sin mamparas protectoras y con solo una mascarilla de tela al mes.
Ahora, casi veinte días después de aquello, la Casa Batlló echa el cierre para «proteger de actos vandálicos a sus empleados, visitantes y al icónico edificio de Gaudí» después de que desde el inicio de la huelga hayan sufrido «amenazas, difamaciones, agresiones y constantes agravios contra sus empleados, visitantes y contra el propio Patrimonio Mundial".
"Más de una docena de manifestantes apoyados por el sindicato, se concentran periódicamente frente a la fachada de Casa Batlló con un despliegue de pancartas y con uso de megáfonos y pitos estridentes a un volumen nocivo para la salud, asediando al visitante y provocando que dos empleados de Casa Batlló hayan requerido asistencia médica por problemas auditivos. Uno de ellos, afectado por tinnitus y con pérdida de audición, sigue con tratamiento médico«, denuncia.
Tal y como publicó ayer ABC, la escalada de tensión llegó a su cénit el pasado sábado 24 de octubre, cuando un grupo de manifestantesencapuchados lanzaron piedras contra el icónico edificio, rompiendo parte de los emplomados originales de 1906, recientemente restaurados, «provocando daños irreversibles» en este componente de las Obras de Antoni Gaudí protegido por la Convención del Patrimonio Mundial de la UNESCO de 1972. Al mismo tiempo, añaden, otros manifestantes con bengalas y petardos arremetieron contra el mobiliario urbano y los visitantes.
«Cerramos porque no existen las condiciones para garantizar la seguridad en la vía pública de empleados, visitantes y de nuestro Patrimonio Mundial, pese a haber contratado personal de seguridad privada para su protección. Cerramos para protegernos de las agresiones físicas y para proteger un edificio que más allá de un negocio es Patrimonio Mundial», sostiene Gary Gautier, director de la Casa Batlló.
Desde el histórico edificio también se denuncia que los manifestantes tratan de infundir miedo a los visitantes asegurando que el monumento no es seguro y que pueden contagiarse de coronavirus durante la visita, tal y como demuestran hojas de reclamaciones de algunos visitantes.