El Born, de emblema soberanista a objeto de discordia municipal
El Ayuntamiento sopesa cambiar el nombre y la línea museística del centro
Fue uno de los proyectos estrella del exalcalde convergente Xavier Trias, un centro que se inauguró justo a tiempo para convertirse en epicentro de los fastos del Tricentenario de 1714 y que ha acabado por convertirse en todo un emblema del soberanismo. Sin ir más lejos, ahí celebró Junts Pel Sí la victoria electoral en los comicios del 27 de septiembre y de ahí surgieron también airadas polémicas a cuenta de la exposición «¡Hasta conseguirlo! El sitio de 1714», muestra que partidos como el PP denunciaron en su día al entender que se trataba de un intento de «manipulación y reinterpretación» de los hechos de la Guerra de Secesión.
Sin embargo, la llegada de Ada Colau a la alcaldía de Barcelona ha colocado un gigantesco interrogante sobre este centro cultural que supuso una inversión de más de 70 millones de euros y que alberga también las ruinas medievales del barrio de La Ribera. Y no sólo porque tras la marcha el año pasado de Quim Torra, responsable del centro, aún no se haya nombrado un nuevo director, sino también porque el espacio se ha convertido en polémico protagonista de todas las comisiones de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona. Así, si el pasado mes de diciembre el consistorio ya anunció su intención de adelantar al próximo mes de abril el cierre de la exposición «¡Hasta conseguirlo!» por el descenso en el número de visitas, el comisionado de Programas de Memoria de Barcelona, Ricard Vinyes, abrió ayer la puerta a cambiar el nombre y la línea museística del Born Centre Cultural.
«La adjetivación de centro cultural es apropiada, pero es tan oceánica que tal vez sería conveniente que se acotara más», apuntó Vinyes después de que los votos de BComú, C’s, PSC y PP sirviesen para rechazar una proposición de ERC que pedía mantener la línea del museo y su nombre y exigía que cualquier cambio referente a estos ámbitos fuese aprobado en el pleno municipal.
Intervencionismo político
Alarmado ante la idea de que se tenga que considerar el Born como un equipamiento «especial» y por el «intervencionismo del todo inadecuado» que transmitía la proposición de ERC que sólo respaldó CiU, Vinyes subrayó durante su intervención en la comisión que el Born, como cualquier espacio cultural de la ciudad, «se ha de consolidar y tiene que continuar», aunque en declaraciones a los periodistas se abrió a un posible cambio de rumbo programático.
«El Born será siempre el Born. Otra cosa es que veremos más adelante su adjetivación para darle más identidad», defendió el comisionado, para quien una de las claves es evitar que el espacio pueda confundirse con un centro cívico de lujo. «Lo que expresan las ruinas es un modelo de destrucción, por lo que todo que esté relacionado con el fenómeno de la destrucción es susceptible de ser expuesto», abundó Vinyes, quien también avanzó que se está estudiando qué exposición temporal sustituirá a la dedicada a los hechos de 1714.
Por su parte, el concejal de CiU, Jaume Ciurana, manifestó su inquietud ante el hecho de que el Ayuntamiento no vea el Born «como un lugar especial» y se sumó a las críticas de ERC para denunciar que el Consistorio planea cubrir con cristales las ruinas del yacimiento, máxima que Vinyes descartó tajantemente. Sí que reconoció, en cambio, que se ha encargado un estudio para «optimizar el espacio», aunque en ningún caso se prevé cubrir los restos de la ciudad de 1714. Mucho más contundente se mostró el concejal del PSC, Daniel Mòdol, quien lamentó que se esté girando constantemente sobre el Born y propuso echar el cierre el centro. «Si hay tanto debate, podríamos cerrar este equipamiento 300 años, que los grupos se trasladen a trabajar ahí y tal vez nos ahorraremos hablarlo», señaló.