Barcelona ya respira a Navidad, pese al Covid
La iluminación callejera, que este año llega a mercados y nuevas calles y plazas, ya está encendida y este fin de semana se estrena el pesebre tradicional del Museo Marès
Navidad, pese a todo. Barcelona pone en marcha esta semana la bienvenida a la campaña navideña , por un lado con el encendido de luces, que brillan ya en buena parte de las calles de la ciudad hasta eñ próximo 7 de enero, y también con la apertura del tradicional pesebre en el Museo Marés.
La estrena del alumbrado navideño se hizo el pasado jueves con un espectáculo dirigido por Sol Picó en la plaza del Born un tanto transgresor en el que una decena de bailarinas hicieron un espectáculo cargado de alusiones al Covid-19 y al confinamiento. Prueba de ello fueron los balcones móviles desde los que bailaban algunos de los artistas, antes de acabar su actuación con una comida familiar navideña.
Precisamente para ayudar a capear los efectos de la pandemia y ayudar al comercio de barrio, el Ayuntamiento ha decidido reforzar su aportación económica en el alumbrado navideño de los ejes comerciales. En concreto, se destina un 65 % más que el año pasado y esto, junto a la aportación de los comerciantes, se traduce en más de 100 kilómetros de calles iluminadas, entre ellas la plaza Cataluña, que se estrena este año.
En este contexto, la Associació Passeig de Gràcia (APG) decidió posponer un día el encendido de sus luces en protesta por la negativa del Ayuntamiento de Barcelona de dejarles instalar una pista de patinaje gratuita y por la política de movilidad del consistorio.
Pesebre en el Marès, desde el sábado
Por otro lado, este sábado abrirá puertas el pesebre tradicional del Museo Marès, que este año pretende reflexionar sobre las migraciones. Por cuestiones de seguridad a raíz del Covid, será necesaria una reserva previa para poder visitar el belén, que estará montado en el patio del museo hasta el 2 de febrero de 2021.
El montaje, elaborado por la Asociación de Pesebristas de Barcelona, empezó a pensarse en abril, en pleno confinamiento, y representa un pueblo de la costa mediterránea , lo que lo convierte en muy especial. En concreto, pretende simular una unión marítima entre Tossa de Mar y Palestina, en una alusión al viaje desde donde nació el niño Jesús y nuestro territorio.
Entre los detalles, destacará que este año no hay ni cueva ni portal y el Nacimiento se representa al raso, sin nadie que lo acoja, en una escena que pretende conseguir un llamamiento a la humanidad, según explican sus impulsores.
Este pesebre se convertirá en el más importante de la Navidad barcelonesa , al faltar este año el de la plaza Sant Jaume, que el gobierno municipal de Ada Colau ha decidido suprimir para evitar problemas de seguridad por la pandemia.
Una canción, por primera vez
La pandemia también ha sido la incitante de que Barcelona cuente por primera vez con una canción propia para estas fechas. Bajo el título de «Es Nadal» (Es Navidad) Paula Valls ha preparado, a petición del Ayuntamiento, una canción que pretende ser «fresca, llena de esperanza y espíritu positivo que habla de las situaciones de nuestro día a día, de lo que hemos vivido en los últimos meses«.
«Barcelona inicia así un nuevo proyecto de larga duración con la perspectiva que cada año una voz musical creativa de la ciudad componga una canción de Navidad para la ciudad«, ha explicado el Consistorio esta semana.