Barcelona reduce en un 15 por ciento el aforo en sus playas para minimizar riesgos de contagio
Desde esta semana se permitirá un máximo de 32.000 bañistas en las diez playas locales, 8.000 menos que hasta ahora
El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado cambios en su sistema de control de playas y endurecerá las condiciones de acceso a primera línea de mar para ayudar a cumplir con las recomendaciones de prevención frente al coronavirus. El consistorio pasará a reducir desde este martes el actual aforo en un 15 por ciento , con lo que se recortará en unas 8.000 personas el nombre total de bañistas.
«Es importante que nos acostumbremos a planificar la visita a la playa, consultando la capacidad en la web y también usando el sentido común», ha pedido el concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, que ha remarcado que la decisión se ha adoptado de manera coordinada con otros municipios vecinos playeros para compartir al máximo planes y evitar así que las restricciones barcelonesas puedan derivar en un «éxodo» hacía otras calas de la zona.
A partir de ahora, así, se permitirá una ocupación máxima en las playas de 32.000 personas, en lugar de las 40.000 que se dejaban entrar hasta ahora. El Ayuntamiento había instalado a principios de temporada un sistema de control por videosensores , que miden la ocupación y que instan a cerrar los accesos cuando se considera que la arena está al 80 por ciento de su capacidad.
En ese momento, megafonías, informadores municipales y agentes de la Guardia Urbana se encargan de avisar del cierre de accesos y de redistribuir a los bañistas, una situación que se ha repetido en varias ocasiones en fines de semana por la elevada afluencia de vecinos con ganas de mar.
Badia ha recordado, con todo, que hasta ahora no se ha llegado al aforo máximo permitido en playas, ya que en los momentos con más aglomeraciones ha llegado a coincidir el cierre de cinco o seis playas pero no las diez que tiene la capital. Además, ha recordado que las franjas más llenas suelen ser las tardes de viernes y fines de semana, entre las 16 y 20 horas, por lo que ha pedido evitar, si es posible, estos horarios.