Barcelona, plan de drenaje y alcantarillado a 80 años vista para minimizar las secuelas de los temporales

El Ayuntamiento presenta un ambicioso proyecto de saneamiento que contempla, entre otros aspectos, pasar de 12 a 66 depósitos pluviales

Interior del depósito pluvial del parque Joan Miró, uno de los más grandes de la ciudad Inés Baucells

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La Barcelona que viene será, con toda probabilidad, más cálida y más seca pero sufrirá más inundaciones derivadas del aumento de los fenómenos torrenciales y el retroceso de las playas. Partiendo de los datos que confirman esas predicciones, que fijan en un 17% el aumento de la intensidad de la lluvia en la capital catalana, el Ayuntamiento de Barcelona ha trabajado en un nuevo Plan Director Integral de Saneamiento que plantea las necesidades y retos de la ciudad en materia de drenajes y alcantarillado a 80 años vista y poniendo en el centro de las políticas la emergencia climática.

El proyecto prevé adaptar al máximo estos sistemas del subsuelo y ayudar así a minimizar hasta en un 50% los riesgos de las lluvias que vendrán . De hecho, episodios intensos como los vividos este año como el temporal Gloria, que destrozaron buena parte del litoral, suelen comportar inundaciones de calzadas en buena parte de la ciudad. Conocidos son los desbordamientos de agua torrencial en la avenida Paralelo o los charcos, e incluso inundaciones mayores, en estaciones del Metro , por poner algún ejemplo.

Mejorar el drenaje de este agua permitirá aumentar la seguridad para peatones, tráfico, bienes y actividades comerciales. La reducción de daños en esta línea acabarán suponiendo un ahorro de 55 millones de euro al año para el Ayuntamiento. Además, la mayor recogida de agua, que pasa por la depuradora, también será un mayor aprovechamiento de ésta para el riego o limpieza de calles.

200 kilómetros nuevos de alcantarillado

Las previsiones pasan por construir 200 kilómetros nuevos de red local de alcantarillado y 38 kilómetros de red primaria y gran capacidad. También se contempla multiplicar por cuatro los depósitos que se esconden bajo el asfalto y que ayudan a gestionar los excesos de agua por la lluvia: se pasará de 12 a 66 colectores. Si los existentes destacan por su gran capacidad (como el del parque Joan Miró), los futuros serán más pequeños y estarán repartidos de forma estratégica por toda la ciudad.

Los nuevos colectores se ubicarán sobre todo en la zona alta , lo que permitirá reducir más problemas derivados de las tormentas. Sin embargo, habrá 13 nuevos más cercanos a primera línea de mar, cuya función prevé evitar especialmente que aguas contaminadas acaben en el mar.

Paralelamente, se dotará a la ciudad de 180 hectáreas de sistemas de drenaje urbano. Los pavimentos renovados en los últimos años en la capital catalana ya incorporan, en la medida de lo posible, estas particularidades drenantes y ahora se irán instalando también en parterres y laterales.

El plan tiene un presupuesto global de construcción y conservación de 1.400 millones de euros, cuyos trabajos tendrán un ritmo de inversión de 175 millones cada diez años, según el gobierno de Ada Colau. De hecho, el equipo de gobierno actual ha calendarizado las acciones a realizar en los próximos seis años , algunas de las que ya están en marcha o arrancarán en breve y cuentan con una partida de unos 84 millones de euros. Entre ellas destaca el desdoblamiento del colector de la avenida Diagonal o la ampliación del sistema drenante en avenida Paralelo, que quedaron paralizados por el Covid-19.

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