Barcelona destina 250.000 euros para restaurar su «capilla sixtina»
El Ayuntamiento sufraga los gastos para completar la restauración de la capilla de Sant Miquel del Monasterio de Pedralbes
La primera fase, impulsada en parte por el micromecenazgo y una partida de 145.000 euros a cargo del Ayuntamiento de Barcelona, arrancó en 2013, pero el dinero no dio más de sí y la restauración de la capilla de Sant Miquel del Monasterio de Pedralbes, una joya artística con frescos góticos atribuidos a Ferrer Bassa, se quedó a medias.
Ahora, y gracias a una aportación extra de 250.000 euros del Ayuntamiento de Barcelona, estas pinturas del siglo XIV, una obra maestra de primera magnitud, contemporánea y equiparable a las realizaciones de algunos de los grandes pintores del Treccento italiano, como Giotto, Taddeo Gaddi, Duccio de Buoninsegna o los hermanos Lorenzetti, podrá lucir de nuevo tal y como fueron concebidas hace siete siglos, cuando Francesc Saportella había encargado los frescos al taller de Ferrer Bassa.
La aportación, proveniente de la tasa del impuesto sobre estancias en establecimientos turísticos, permitirá recuperar en todo su esplendor lo que el teniente de alcalde de Cultura, Jaume Collboni, ha señalado como «un referente mundial de la pintura medieval europe» y una obra innovadora que introduce, por primera vez en la península ibérica, la nueva forma de representación plástica que nace en Italia alrededor del 1300 con Giotto y sus seguidores.
Las pinturas murales de la capilla son, según los expertos, «un caso excepcional de ciclo pictórico conservado completo, hecho que lo convierte en una pieza única: pintura y arquitectura se complementan y conforman una gran obra artística con un total de 100 metros cuadrados decorados: 75 de pintura mural y 25 de techo pintado».
El ciclo pictórico se atribuye al taller de Ferrer Bassa, en base al contrato original de 1346, a pesar de que algunos estudiosos ponen en entredicho que fuera realmente el artífice; y se conserva casi completo e intacto a pesar de que hayan transcurrido cerca de 700 años desde su ejecución.
La primera fase de los trabajos permitió resolver los problemas de conservación de la estructura interna de las pinturas para asegurar la adhesión de la pintura al muro y dar mayor solidez al conjunto. En concreto, se realizó la intervención en superficie de limpieza y presentación final de la pared principal con la escena del triunfo de la Virgen, completamente acabado y con las vigas también restauradas, pero quedó pendiente hacer la misma operación con las paredes laterales que completan el conjunto.
A partir de 2017 se iniciarán los trabajos previstos en la segunda parte del proyecto que, siguiendo el esquema de trabajo llevado a cabo en la primera fase, y con una duración prevista de doce meses, se centrarán en finalizar la limpieza y restitución de las pinturas murales de las dos paredes laterales.