El PSC vota en el Ayuntamiento de Barcelona contra «la imposición» del 25 % de las clases escolares en español
JpC y ERC, que votaron con socialistas y comunes, criticaron la separación de poderes y que la oposición azuce un «conclicto lingüístico» inexistente
Cs, PP y Valls lamentaron la injerencia política en una decisión de los tribunales y defendieron la «libertad» lingüística
El pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha rechazado este miércoles «la imposición del 25 % de clases en castellano» en todo el sistema escolar catalán, que ordenó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en su sentencia del pasado día 17 de diciembre, con los votos a favor del PSC y los comunes, que forman el equipo de gobierno municipal.
La declaración, además de contar con el visto bueno de los comunes y los socialistas, ha sido apoyada por ERC y JpC; mientras que Cs, BpC y el PP han votado en contra, según informa Ep. El texto aprobado censura «cualquier medida que imponga impedimentos normativos, administrativos, técnicos o sociales a los ciudadanos de las comunidades autónomas donde el catalán es oficial a poder vivir con normalidad y garantías esta unidad lingüística«.
El teniente de alcaldía de Educación, Joan Subirats (comunes), ha hablado en nombre del gobierno municipal y ha dicho que, desde el punto de vista de los partidos de gobierno, la inmersión lingüística obligatoria en catalán es «un elemento central de cohesión y riqueza» en Cataluña y ha afirmado que los ciudadanos solo han presentado veinte quejas al Síndic de Greuges y el Defensor del Pueblo por este asunto en la última década.
«Supremacismo cultural y lingüístico»
Para Ferran Mascarell (JpC), los poderes del Estado llevan a cabo un «supremacismo cultural y lingüístico», ha criticado que haya «jueces que se conviertan en censores» y que el TSJC actúe como «sociolingüista». Si bien, además del TSJC, tanto el Tribunal Supremo como el Tribunal Constitucional han ordenado a la Generalitat la aplicación del modelo de «conjunción lingüística», en función de la legislación aprobada por el Parlamento de Cataluña.
Por parte de ERC, Gemma Sendra ha cargado contra lo que ha calificado como un «nuevo intento de azuzar un conflicto lingüístico inexistente» en Cataluña, desde su punto de vista, y ha afirmado que «decir que el castellano está en peligro en Cataluña es simplemente falso«, aunque no ha precisado quién ha indicado tal augurio.
«Aberración»
No es de la misma opinión que Subirats, Mascarell y Sendra Luz Guilarte (Cs), que ha vuelto a criticar la «aberración» que a su juicio es la inmersión lingüística obligatoria, tal y como se aplica en las escuelas de la comunidad, y que, según su apreciación, «crea ciudadanos de primera y de segunda».
En la misma línea que la líder de Cs en el Ayuntamiento de Barcelona, el popular Óscar Ramírez ha defendido que la cuestión lingüística se trata de un asunto de «libertad», sobre todo, y ha señalado a quienes han votado a favor de la declaración por «no acatar las resoluciones judiciales».
Finalmente, Manuel Valls (BpC), que también ha votado en contra de la declaración consistorial, ha lamentado que el Ayuntamiento «pida saltarse una sentencia», al tiempo que ha lamentado que el proyecto político nacionalista, según considera, «hace de Cataluña una simple provincia».