Joan López - Parece mentira
El virus del «procés» ataca a Colau
La decisión de la alcaldesa Ada Colau de acudir a la manifestación provocará división entre los suyos
El «procés» es políticamente más letal que el zika, el ébola o cualquier otro virus. Todo lo que toca lo destruye. Si hace unos días el líder de Catalunya Sí que es Pot decía sentirse rechazado de la manifestación de la Diada y Albano Dante Fachín el recientemente elegido líder de Podemos en Catalunya, manifestó hace unas semanas que su propuesta no era la unilateralidad, va Colau y para recordar a unos y a otros quien manda ahí anuncia que asistirá a la manifestación del 11-S. Rabell y Fachín desautorizados, el virus del «procés» inoculado en los llamados Comuns.
Si hace unos días Colau anunciaba que Javier Pérez Andújar sería pregoner de la Mercè y los indepes montaban en cólera ahora se frotan las manos. La alcaldesa avala su propuesta de ruptura unilateral. Una de cal y otra de arena.
Colau tiene memoria frágil, fue la asistencia de Montilla a la manifestación del 11-S de 2010 el principio del fin de su presidencia, fue el apoyo de CDC y Mas a la «manifa» de la Diada lo que marco el abandono de la centralidad de CiU, su división y siguiente caída electoral hasta su extinción.
No sé ni pretendo interpretar que se le pasa a Colau por la cabeza al tomar dicha decisión, supongo que así marca perfil, pero comete un error. Su decisión provocará división entre los suyos: Ni ICV ni EUiA apoyan la unileralidad y además han reclamado constantemente a ERC y la CUP que rompan con la derecha que ellos entienden que es CDC o como se llame. Veremos ahora como les cierra la boca. Además su anuncio incomoda a Collboni y al PSC que han sido los únicos que le han brindado apoyo en el Ayuntamiento dificultando pues la ya de por si precaria gobernabilidad de Barcelona. Restará fuerza a su opción política allí donde está implantada: la ciudad de Barcelona y el área metropolitana que de forma contumaz, a pesar de los esfuerzos ímprobos de los indepes, han intentado conquistar sin éxito, pero ante todo creara una nueva brecha entre Podemos y las confluencias, que ya de por si viven una relación tortuosa y, finalmente, y quizás eso sea lo más importante, anula cualquier opción de alternativa a Rajoy que sume a Podemos y el PSOE.
Su decisión sólo es comprensible si Colau ha comprado el apoyo de ERC y la CUP en el Ayuntamiento a cambio de este apoyo cuando más lo necesita el independentismo debido a su extrema debilidad.