Alberto Fernández - Tribuna Abierta
«À la ville de… Barcelona»
Los Juegos Olímpicos de Barcelona no hubieran sido posibles sin Juan Antonio Samaranch, y Barcelona sería muy distinta sin la celebración de las olimpiadas
¿Se acuerdan de aquel viernes 17 de octubre de 1986? Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional, anunciaba desde Lausana que Barcelona se convertía en ciudad olímpica con aquella imborrable frase de: «À la ville de… Barcelona». El sueño olímpico se convertía en realidad y abría una etapa de ilusión y grandes cambios para Barcelona y España. ¡Ya éramos olímpicos!
Parece mentira que hayan pasado 30 años de aquel día tan especial. Actualmente deberíamos conmemorar aquella efeméride desde el orgullo barcelonés y con el espíritu olímpico que nos dejaron aquellas olimpiadas de 1992. Una cita que consiguió situar a Barcelona como capital mundial del deporte y la convirtió en una de las principales ciudades del mundo.
Lamentablemente tres décadas después, el debate en el Ayuntamiento de Barcelona no es como conmemorar aquella gran noticia de la Barcelona olímpica. La noticia que ha trascendido los últimos días, es que el actual gobierno municipal de la alcaldesa Ada Colau a instancias de la CUP, retiraba el nombre de Samaranch de la escultura que este donó a Barcelona, como presidente del COI, para conmemorar la celebración de la XXV Olimpiada. Los antisistema pedían la retirada de la escultura por el pasado político de Samaranch vinculándolo al régimen franquista. Una polémica creada por la CUP y que la alcaldesa le ha dado cobertura. Mientras Colau retiraba el nombre de Samaranch, pretendía a su vez promover un almuerzo para celebrar el 30 aniversario de la nominación olímpica de Barcelona 92’ junto a distintas personalidades que hicieron posible este acontecimiento. Pero el gesto reciente de retirar el nombre de Samaranch de la escultura, causo indignidad y se consideró un acto de desagradecimiento, con la siguiente consecuencia de que algunas personas invitadas al almuerzo del 18 de octubre, decidieron declinar la invitación de Colau, que finalmente tuvo que anular la cita.
Una propuesta del PP aprobada por mayoría el pasado mes de octubre, devolverá el nombre de Samaranch a la efigie. Ya me dirán que problema puede suponer una escultura que representa una bolsa de deporte con la antorcha de las olimpiadas del 92 y que lleva 20 años en el ayuntamiento sin crear ninguna controversia. Es necesario poner fin y freno a esta política de división y confrontación permanente del gobierno de Colau. Apostamos por la suma, que es lo que ha permitido a Barcelona multiplicar esfuerzos y trabajar para crear una mejor ciudad.
Los Juegos Olímpicos no hubieran sido posibles sin Juan Antonio Samaranch, y Barcelona sería muy distinta sin la celebración de las olimpiadas. La ciudad debe mantener un recuerdo y reconocimiento permanente a la figura del presidente del COI. Es por ello, que reiteramos la petición de que Samaranch disponga de una calle a su nombre en Barcelona, coincidiendo con el 25 aniversario de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, el próximo 25 de julio de 2017.
Alberto Fernández es presidente del grupo municipal del PP en Barcelona