Carina Mejías - TRIBUNA ABIERTA
El verano de Colau
Los barceloneses no tenemos ya ninguna ventaja por serlo
Barcelona se ha convertido en la última década en ciudad de vacaciones para un buen número de turistas. No en vano, es una ciudad única en el mundo que puede ofrecer a la vez, sol y playa, una buena oferta comercial de primeras marcas y una oferta cultural, tanto arquitectónica como musical, lírica o museística. Atrás quedaron los años en que Barcelona se quedaba desierta en los meses de calor.
Hoy por las calles más turísticas de Barcelona se agolpan los visitantes y su afluencia trae consigo fenómenos que no resultan aceptables y que incomodan a los barceloneses. La permisividad del gobierno municipal, derogando la ordenanza de civismo, ha provocado la reaparición de conductas indeseables como la prostitución callejera, el timo de los trileros, la reaparición de los lateros o de quienes venden alimentos sin ningún control sanitario.
Quienes llegaron al gobierno municipal criminalizando el turismo han dado rienda suelta a conductas incívicas como el top manta, que ha provocado enfrentamientos entre comerciantes y artesanos, creando un auténtico mercadeo por el uso del espacio público. Por el contrario, el gobierno municipal impone sanciones a bares y restaurantes por sus terrazas en la calle, les impide adornar sus locales o publicitar sus productos.
La última ocurrencia del gobierno Colau pretende sancionar los pisos vacíos por considerar que el propietario hace un uso anómalo de su vivienda, pero prohíbe alquilar tu piso a un turista. Para ellos, lo mejor es que se lo cedas a un inquilino moroso o que permitas que un grupo de jóvenes, patada en la puerta, okupe tu casa y martirice al vecindario con sus fiestas hasta el amanecer. Para Colau, tu piso es suyo y te prohíbe o impide según su parecer.
Tan estrictos con quienes desarrollan una actividad legal y tan permisivos con lo ilegal. La última medida de Colau, también ha suscitado polémica : quienes se queden sin vacaciones para trabajar y quieran aparcar en la calle ahora tendrán que pagar, también en verano, la zona verde y la zona azul. Se acabó la exención! Los barceloneses no tenemos ya ninguna ventaja por serlo.
Carina Mejía s es presidenta del grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona