Tsunami de solidaridad tras la riada en Tarragona

Un mes después del terrible temporal de la Conca de Barberà, donde todavía siguen desaparecidas dos víctimas, la comarca celebra un maratón en favor de los afectados

Vistas del punto en que el Francolí se desbordó en el municipio de L'Espluga de Francolí ABC

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Un mes después, la imagen sigue siendo prácticamente igual de dantesca que el primer día. El paisaje marrón lo dice todo y los restos de fango que hace un mes llegaron arrastrados por un desbordado Francolí han teñido el cauce del río en L’Espluga de Francolí (Tarragona). El inmenso trabajo hecho desde entonces se nota. También ha desaparecido el verde un poco más abajo, en Montblanc. Allí, el Pont Vell limado por el agua –que milagrosamente aguantó a pesar de verse superado por la lluvia torrencial–, sus aledaños sin rastro de vegetación y las montañas de troncos que profesionales y voluntarios han apartado del cauce del río y que dan la bienvenida a quienes visitan el municipio son el mejor ejemplo visual de que aunque la tormenta (literal) ha pasado, queda mucho para recuperar la calma.

En la Conca de Barberà (Tarragona), la comarca más afectada junto a Les Garrigues (Lérida), no es fácil tirar adelante sabiendo, para empezar, que todavía siguen desaparecidas dos de las cinco personas que la riada se llevó por delante. El pasado sábado se pudo encontrar al último localizado, aunque no sin una cierta polémica: los Bomberos decidieron suspender temporalmente la búsqueda de víctimas el 8 de noviembre, ante la indignación total de las familias. Una semana después, gracias al ofrecimiento de una unidad canina de Castellón al Ayuntamiento de L’Espluga para participar en el rescate, se reactivaron los trabajos, que permitieron encontrar a la víctima, un vecino de L’Espluga. El dispositivo podría repetirse.

215 afectaciones particulares en L'Espluga

Aunque incomparable, el daño material también ha dejado una profunda herida en la zona. En L’Espluga, los daños municipales ascienden a 1,6 millones de euros , ya que la riada se llevó por delante el parque fluvial, con una zona de juegos infantiles, un almacén de la brigada municipal y de los voluntarios forestales y el aparcamiento de autocaravanas, algunas de las que se llevó por delante el agua.

Además, el suministro de gas en el municipio –que quedó cortado casi dos días tras la tragedia– sigue siendo provisional y el consistorio estudia junto a la compañía la manera de restablecer una conexión definitiva. Con todo, allí el agua se cebó especialmente con los particulares: se han contabilizado 215 afectaciones, entre ellos 102 huertos, 16 viviendas, cinco establecimientos comerciales, cinco almacenes o 16 vehículos que quedaron destrozados.

«Hasta ahora hemos priorizado las tareas de impacto y ahora toca seguir con cuestiones más burocráticas y acompañando a los damnificados», relata a ABC Josep Maria Vidal, el alcalde de L’Espluga, que llegó hace poco a la política, y a la alcaldía, con un equipo muy joven. «Nunca llegas a estar preparado para una tragedia así. Ha sido una prueba de fuego, en nuestro caso se puede decir que de agua, muy bestia. Y ahora vamos a por la prueba de resistencia, menos intensa pero con burocracia y más larga », expone.

2 millones para recuperar el Pont Vell

Montblanc, la capital de la Conca, también sufrió lo suyo: en su caso, con más destrozos en la vía pública. Se estima que los daños ascienden a cuatro millones de euros. Solo la restauración del Pont Vell y sus entornos se estima en unos dos millones y el municipio también ha perdido otros dos puentes. La comarca, que también vio graves afectaciones en los municipios de Vimbodí i Poblet, Vallclara o Vilaverd, estima en más de 12 millones el coste de los desperfectos públicos.

Además, la Oficina de Atención al Ciudadano de Montblanc que se abrió tras el devastador temporal ha registrado 110 afectaciones a particulares . 24 de ellas fueron en domicilios o negocios y desde el Ayuntamiento informó ayer que solo ocho han podido tramitar las subvenciones del Gobierno, cuyo plazo para solicitarlas acababa justo ayer. Quedarán por ver las de la Generalitat, también anunciadas pero a las que les falta más concreción.

El consistorio de Montblanc denunció en un comunicado las «escasas ayudas que las diferentes administraciones ofrecen a particulares, a pesar de tener cuantiosos daños». Desde L’Espluga también lamentan que conseguir las ayudas para particulares tampoco se prevén fáciles, ya que se piden criterios especialmente restrictivos –como el empadronamiento en los municipios afectados o el disponer de un seguro, por ejemplo–.

Con todo, para los municipios afectados es crucial el apoyo de las administraciones, así como el de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA), a quien los responsables municipales señalaron como culpable de la desgracia por haber tenido descuidado el cauce del Francolí. Precisamente el ACA ha empezado esta semana a trabajar en L’Espluga: entre las prioridades está, por ahora, reconducir el río –que tras el desbordamiento se coló, y asentó, en fincas privadas– para que vuelva a su cauce habitual. Más adelante, el Ayuntamiento se plantea adaptar el antiguo parque fluvial a un proyecto urbano que sirva para reflexionar sobe el cambio climático.

«Riumuntada» en marcha

Mientras, los vecinos también se han arremangado para superar este durísimo bache. Los propios afectados han impulsado iniciativas por su cuenta : Rendé Masdéu, la bodega que desapareció ha agotado las existencias de su «Vi de fang» –las botellas que los vecinos rescataron de entre el barro y que se vendieron de manera solidaria–. También Drac Actiu, la empresa de ocio deportivo que se ubicaba en el parque fluvial, vende camisetas.

Además, fruto de la inmensa respuesta ciudadana nació «Riuada solidaria», que tras ayudar en un primer momento en las tareas más inminentes –limpieza de escombros y batidas en busca de víctimas– han centrado su ingenio en pedir donativos online y en preparar para este fin de semana, coincidiendo con el primer mes de la tragedia, la «Riumuntada», una maratón de actividades solidarias para que la zona «remonte» , como su nombre emula, este duro bache.

En L’Espluga se prevén, pues, propuestas para todos los estilos y públicos:un concierto solidario en el monasterio de Poblet fue, ayer, uno de los actos inaugurales. Habrá, entre otros, también una decena de conciertos, tours divulgativos por el río, torneos y subastas benéficas o degustaciones de vinos. Este domingo, además, se prevé una performance en la zona cero de L’Espluga con paraguas azules, con cuya venta se han recaudado más euros. La «Riumuntada» también tendrá su continuación el próximo fin de semana en Montblanc.

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