Se triplican los casos positivos de Covid-19 en L'Hospitalet durante las últimas horas
Lérida, confusa tras la anulación judicial del confinamiento decretado ayer por el Govern, se prepara para afrontar una semana decisiva
En plena tormenta política por la anulación judicial del confinamiento total en ocho poblaciones del Segriá, decretado por la Generalitat, la situación epidemiológica en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) empeora por momentos. Los brotes de Covid-19 declarados en esta ciudad, la segunda más importante de Cataluña, suman ya 300 contagios activos, frente al centenar que había registrado hasta ayer.
Así lo ha anunciado este lunes la alcaldesa de L'Hospitalet, Núria Marín, que ha detallado que la cifra de un centenar de contagiados que les facilitó el departamento de Salud la semana pasada no era exacta, informa Efe.
Comité de crisis
La alcaldesa, que esta mañana se ha reunido con representantes de la consejería, ha explicado que ambas administraciones han decidido crear un comité de crisis para hacer un seguimiento diario de la evolución de la situación. La mayoría de los 300 afectados se encuentran ubicados en los barrios de la zona norte de la ciudad (La Florida, Torrassa y Collblanc), los más proximos a la ciudad de Barcelona. La alcaldesa ha hecho un llamamiento a la población para que extreme la vigilancia y ha anunciado que reforzará la vigilancia en la calle para asegurar que se cumplen las medidas de seguridad.
Según Marín, el departamento sigue considerando que los brotes están controlados y que se conoce la procedencia de las transmisiones. En cuanto a ingresos hospitalarios, ha detallado que la información de la que disponen «no es preocupante» y ha señalado que el perfil de los contagiados en estos brotes ha cambiado, pues la mayoría se encuentran entre los 20 y los 50 o 60 años.
Mientras la infección sigue en curva ascendente en L'Hospitalet, en Lleida, aún consternada por el pronunciamiento judicial que deja sin efecto el confinamiento decretado ayer por el Govern, se prepara para una semana decisiva, ya que los casos siguen subiendo y aún no se percibe el efecto de las medidas de contención. El Hospital Arnau de Vilanova ha abierto este lunes una tercera planta para enfermos de coronavirus con tres ingresos nuevos, con una media de edad de 60 años, según ha explicado el responsable de la unidad COVID-19 de este centro, el doctor José Luis Morales-Rull .
Presión asistencial
En declaraciones a los periodistas, el doctor Morales-Rull ha asegurado que «estamos aguantando la presión asistencial» de los diversos brotes detectados en la comarca del Segriá y que la Unidad de Curas Intensivas «tiene capacidad aún» y se está ampliando el número de camas por si fuese necesario.
Hasta hoy, este hospital tiene ingresados 55 pacientes COVID y tiene capacidad para albergar a otros 42, ha precisado el responsable médico. La media de edad de estas personas ingresadas es de unos 60 años, muchos de ellos casos vinculados a la socialización que se ha producido desde el fin del confinamiento y con zonas hortofrutícolas.
El sistema de salud, ha explicado, está preparado para las personas que están empadronadas pero el alud de temporeros , sin un domicilio concreto y que viven en situaciones de hacinamiento en ocasiones, ha dificultado el seguimiento de estos enfermos , ha referido, informa Efe. «No es criminalizar al temporero, sino que las condiciones en las que viven hacen difícil las medidas de contención», ha considerado.