Toni García-Pérez - Tribuna Abierta
¡Al suelo, que vienen los nuestros!
El PSC ha defendido a Cataluña como sujeto político, aunque siempre lo nieguen antes de las elecciones y lo demuestren después de haber votado
«¡Al suelo, que vienen los nuestros!» es una frase que se le atribuye a Pío Cabanillas. Otra de sus frases que viene al pelo en estos inicios del 2020 en España fue: «¡Ganaremos las elecciones!. ¡Todavía no sé quiénes, pero las ganaremos!» , aunque claro, él lo dijo en las primeras elecciones de la democracia cuando los partidos eran un batiburrillo de más de medio centenar de siglas. Que tenga sentido ahora es lo curioso, cuando habiendo posibilidades para formar Gobierno se elige una determinada. Como dijo Cabanillas, tengamos cuidado de los nuestros y en este caso de los supuestamente nuestros. Ha costado mucho sumar al PSC y al PSOE a un frente constitucionalista. Un ejemplo de ello es el mérito de los mandatarios que ha tenido Societat Civil Catalana para que se sumasen contra el envite secesionista. Mucho esfuerzo de lucha contra el reparo del socialismo acomplejado, asistencia a actos de los que, al día siguiente, se arrepentían haber ido. Manifestaciones a las que Miquel Iceta anunciaba que no acudiría y que al final sí lo hacía pero con llamativa discreción. Como decía, mucho esfuerzo por parte de SCC pero que al final había tenido frutos. Bueno, aparentemente.
El PSC es el partido que creó la inmersión linguística, ese arma de desigualdad que pone en peor posición al hijo del obrero, y ha defendido a Cataluña como sujeto político, aunque siempre lo nieguen antes de las elecciones y lo demuestren después de haber votado. Como ejemplo, en la campaña de las generales del pasado abril la presidenta del Congreso Meritxell Batet negó que el PSC hubiese defendido la autodeterminación, cuando ella misma y 12 diputados más del PSC votaron a favor del derecho a decidir. Los socialistas catalanes rompieron la disciplina de voto y nadie habló de Tamayazo, cosas de la política.
La corrección política aconseja dar un plazo de cien días al nuevo Gobierno. Perfecto, pero sí diré que el pasado domingo en Bilbao se llevó a cabo una manifestación en defensa de los presos de ETA y acudieron, entre otros, Podemos, ERC y Bildu. Allí estaban los representantes de las formaciones que han hecho de Pedro Sánchez presidente de todos los españoles. Al final resultará que las famosas dos almas del PSOE en realidad sólo eran una. La de permanecer en el poder como sea.