Toni García-Pérez - Tribuna Abierta

La alegría de tropezar

«Si les importase España no arriesgarían constantemente su existencia»

Toni García-Pérez

Tengo predilección por las palabras en otros idiomas que no tienen una traducción literal al castellano. Un amigo mío me señaló recientemente una muy interesante. «Kegemteraan» que en malayo sería la alegría de tropezar. El sentimiento simultáneo de placer y desconsuelo cuando sabes que has hecho algo que no deberías. Curioso, sabes que te equivocas pero lo sigues haciendo: una y otra vez, ya que te duele pero también lo disfrutas. No hay ninguna palabra en nuestra lengua que signifique «Kegenteraan», pero un ejemplo sería el comportamiento repetido y constante de los gobiernos españoles frente al secesionismo catalán.

Desde Felipe González hasta Pedro Sánchez, pasando por todos los demás. Ninguno se libra de haber alimentado a la bestia como si fuese a saciarse algún día. Políticos sin empatía, incapaces de ponerse en la piel de los constitucionalistas catalanes. Los que sufrimos cada día, los que clamamos al vacío, los que añoramos la presencia constante del Estado en nuestra Comunidad Autónoma.

Gerifaltes cortoplacistas alzando la mirada como mucho a cuatro años vista, carentes de dotes de estadista, cómplices de innumerables políticos catalanes que han encontrado en el sentimentalismo patriótico, la forma de ocultar años de mala gestión y corrupción endémica. Y la cosa no va de izquierdas, derechas o centros. Es cuestión de políticos que llegan al poder no para mejorar España, únicamente quieren la poltrona para estar, para permanecer, porque si les importase España no arriesgarían constantemente su existencia.

La mayoría de catalanes, que a pesar del número, siempre estamos en el bando perdedor, seguimos aquí desde nuestra «Aquilea», ese lugar mitológico asediado y defendido en desventaja. Dejados al albur del mediocre de turno que ocupe la Generalitat. Presidentes que vienen a Cataluña como si fuesen líderes extranjeros con promesas de cocapitalidad, como si a estas alturas eso calmase el ansia del que lo quiere todo. «La alegría de tropezar» una y otra vez, una y otra vez hasta que ya no exista Comunidad Autónoma sobre la que tropezarse. Ni España que merezca seguir llamándose España. En malayo «Kegenteraan», en nuestra lengua común, simplemente el pan de cada día. Legislatura a legislatura hacia el precipicio.

T oni García-Pérez es portavoz de Izquierda en Positivo

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