Termómetro

Cuando se habla de las terminales mediáticas del «proceso», la lista se limita a la televisión, la radio y los diarios en versión papel y digital. A dichas terminales cabe añadir un número importante de microterminales locales y comarcales que propagan el mensaje a todos los lugares del «país». Hablo de una de las muchas publicaciones mensuales que se editan y distribuyen por diferentes comarcas. En este caso, Girona. Se trata de una revista bien diseñada, maquetada, ilustrada y editada. Una revista, gratuita, que no subsiste -conviene aclararlo- únicamente gracias a la publicidad institucional, sino también gracias a los anunciantes privados. Una revista de temática local y comarcal que también dedica su espacio a la historia, la cultura y el ocio. Y, por supuesto, al «proceso».

La parte «procesista» de la revista responde al estricto canon establecido por el agitprop independentista. El editor: «El pueblo catalán ha recuperado la autoestima, se ha producido la toma de consciencia colectiva con la consiguiente reivindicación del derecho a la libertad, un proceso que a pesar de España no tiene marcha atrás». ¿Qué hacer? Para «superar los escollos que pone y pondrá un Estado supremacista y democráticamente analfabeto como el español» necesitamos «perseverancia y firmeza». El artículo de fondo, sobre el juicio del 9-N: «ha quedado muy claro que el sofisticado aparato judicial español, estrechamente conectado con el aparato de estado político y mediático representa una farsa». Título del artículo sobre Historia de Cataluña: El expolio fiscal en Cataluña (1890-1920). La entrevista: «los Países Catalanes vivimos en una situación provinciana, arrodillada y colonizada: ninguna novedad, pero esto ya no se aguanta» (Isabel Clara Simó). Para redondear, una nota de la ANC titulada «La administración española intenta estrangularnos». Como se indica en la cubierta, la revista «no tiene precio». Pero, sí valor: un termómetro que mide la temperatura -o estado patológico- del «proceso».