Saqueos al por mayor en la quinta noche de furia en Cataluña
Los violentos se ensañan con tiendas y comercios y apedrean el Palau de la Música en una jornada que deja una treintena de detenidos
Decenas de escaparates rotos, tiendas de ropa saqueadas, entidades bancarias vandalizadas, pedradas contra los cristales del Palau de la Música... Una noche más, violentos y vándalos camparon a sus anchas por el centro de Barcelona y aprovecharon las protestas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel para imponer la algarada y la rutina del caos. Una nueva jornada de disturbios, la quinta consecutiva desde que Hasel ingresó en prisión, en la que los enfrentamientos con los Mossos d’Esquadra quedaron relegados por el pillaje y los destrozos en establecimientos y mobiliario urbano.
En esta ocasión, la línea policial que blindaba la Via Laietana y la prefectura del CNP sirvió para dispersar rápidamente a los manifestantes, que se escabulleron por las calles del centro rumbo a paseo de Gràcia, donde se concentraron buena parte de las imágenes de saqueo y pillaje. En Barcelona los mossos detuvieron a 31 personas, mientras que en Tarragona, donde violentos y encapuchados rompieron cristales y lanzaron botellas a la policía, la noche se saldó con otros dos detenidos; y en Lérida con uno.
La movilización, la más multitudinaria de toda la semana, arrancó con tranquilidad y ante un fuerte dispositivo policial en que los Mossos, en previsión de una jornada más problemática, incluso movilizaron el llamado ‘botijo’, la tanqueta de cañones de agua que ya utilizaron en otoño de 2019. La calma, sin embargo, duró poco y pasadas las ocho un grupo de encapuchados se separó de la marcha principal y empezó a tirar al suelo motos estacionadas en la calle y la emprendió a pedradas con agentes de los Mossos y con los cristales del Palau de la Música.
Esa fue, de hecho, la tónica de la noche: destrozo irracional, arremetidas contra el mobiliario urbano y asaltos a tiendas de grandes cadenas de ropa. En Portal del Àngel, por ejemplo, se pudo a un grupo de encapuchados arrasando con el contenido de una tienda de ropa, maniquís incluídos, o intentando asaltar un estanco. En paseo de Gracia, una decena de tiendas acabaron destrozadas.
El momento de mayor tensión se vivió en la plaza Lesseps, donde un numeroso grupo de personas se atrincheró tras una barricada después de una carga de los Mossos en la que habrían resultado heridas dos personas.
Calma en Madrid
La concentración en Madrid, convocada en la plaza de Callao, transcurrió sin incidentes durante poco más de una hora. El enorme operativo policial, con más de 200 agentes desplegados en el centro de la capital, impidió que se repitieran los disturbios del pasado miércoles, cuando los radicales arrasaron la Puerta del Sol y algunas calles aledañas.
Antes de que comenzara la manifestación, a las 19 horas, decenas de uniformados de la Unidad de Intervención Policial (UIP), los conocidos como antidisturbios, cortaban los accesos y cacheaban a los que consideraban sospechosos de calentar la plaza. Solo el acceso al Metro de Callao fue cortado y más allá de las decenas de radicales la vida en este eje comercial continuaba con relativa normalidad. Los filtros policiales, con furgones incluidos, se desplegaron en cada una de las vías que desembocan en el lugar (Carmen, Preciados y del Postigo de San Martín), formando una barrera junto a la Gran Vía, informa Cris de Quiroga.