Los taxistas colapsan el centro de Barcelona con sus reivindicaciones
La protesta se ha extendido este lunes de la Gran Via al Paseo de Gracia de la capital catalana
Ni el intenso calor ha podido con los taxistas barcelonesas. Este lunes, en el quinto día de colapso de la ciudad y tercero desde que invadieron la Gran Via en señal de protesta, los manifestantes –unos 1.500 taxis según la Guardia Urbana– han seguido con los motores parados en el asfalto de la ciudad catalana decididos a no desistir hasta ver una solución del Gobierno que vaya más allá de sus intenciones.
Arropados por taxis de otros puntos de Cataluña, los manifestantes han extendido su movilización para ocupar tres de los cinco carriles del tronco central del paseo de Gracia. «No vamos a parar hasta que haya una solución», aseguraba a ABC Alberto, taxista desde hace cinco años en la capital catalana.
El punto neurálgico de la protesta, en paseo de Gracia con Gran Via, era un hervidero de profesionales del sector. En medio de gritos, petardos y aplausos los taxistas iban dándose ánimos para no cesar en su reivindicación. Así ocurría cada vez que por los laterales –liberados de la protesta– circulaban taxis del resto de Cataluña haciendo sonar sus cláxones en apoyo al sector, en los que además de gritos de agradecimiento se oía el «sí se puede». Allí mismo, también con una ovación, un coche de taxistas paquistaníes estuvo repartiendo agua gratis a todos los transeúntes en apoyo a la protesta.
La imagen de taxistas manifestantes junto a sus familias, que a pesar del intenso calor habían dormido en sus coches o en tiendas de campaña, también era muy habitual en la zona. «Llevo tres noches durmiendo aquí junto a mi esposo (taxista) y mis dos hijos. No somos terroristas como han querido mostrar, somos trabajadores», añadía Mónica Valle, implicada indirecta en el conflicto.
A última hora del día, los taxistas convocaron una asamblea para decidir si, tras las intenciones del Gobierno de regular en septiembre el colectivo, continuar con la huelga indefinida.