José García Domínguez - Punto de fuga
El sufrido «apparatchik» Sanchis
Artur Mas también se vio forzado a elegir allá por el año 13. Su disyuntiva no era tan distinta a la del otro. O farmacias o TV3
Sanchis, el «apparatchik» de la triste estampa, no es ni peor ni mejor que cuantos le precedieron en el sillón del gran inquisidor mediático del país «petit». El siempre sufrido y obediente Sanchis solo es uno más, apenas eso. En cierta ocasión, el difunto Nicolae Ceaucescu, un firme partidario de las políticas de austeridad, dejó a la población toda de Bucarest sin calefacción durante el invierno a fin de poder pagar la deuda externa sin tener que incurrir en retraso alguno. Al mismo tiempo, destinó algo más del 30% del PIB de Rumania a la prioridad perentoria de construirse un nuevo palacio presidencial en el antiguo casco histórico de la capital. Había que optar, o calefacción o palacio. Y el difunto Nicolae, huelga decirlo, eligió palacio.
Artur Mas también se vio forzado a elegir allá por el año 13. Su disyuntiva no era tan distinta a la del otro. O farmacias o TV3, he ahí el dilema de Artur. Por supuesto, el president eligió TV3. Razón de que todas las boticas de Cataluña cerrasen en su día en protesta por los impagos sistemáticos de la Administración. Mientras tanto, es sabido, la plantilla de TV3, con una audiencia potencial de 7,5 millones de víctimas propiciatorias, ya ascendía a más del doble que la de Tele 5, competidor privado que, con un mercado teórico de 47 millones, cuenta con apenas mil y pico empleados. De la Rumania stalinista, por cierto, se trajo Adolfo Suárez a Valerio Lazarov para que le pusiera el zoom a la caja tonta de cuando entonces. Un fichaje que hoy se podría haber hecho a la inversa merced a la nada famélica legión de comisarios políticos de TV3 que infestan el espacio radioeléctrico doméstico. Al cabo, cualquier predicador de la buena nueva separatista con nómina y catorce pagas en la «seva» haría felices a Ceaucescu, a Koba el temible y al mismísimo camarada Kim Jong Il. El pobre Sanchis no gana para disgustos. Habrá que subirle el sueldo.