Exposición

Isa Solá y la belleza en medio del sufrimiento

El Museo Diocesano de Barcelona ofrece una exposición de fotos de la monja Solá, fallecida en 2016 en Haití, donde hacía de misionera

La exposición de Solá en Barcelona ADRIAN QUIROGA

Miquel Vera

El Museo Diocesano de Barcelona ofrece este mes de septiembre una exposición de fotografías hechas por la monja Isabel Solá , fallecida en 2016 en Haití , donde hacía de misionera. La muestra, que recopila decenas de instantáneas de una enorme belleza, fue abierta al público el pasado viernes con la asistencia de varios familiares de la religiosa desaparecida, de su orden (la congregación de Jesús-María), y del obispo auxiliar Sergi Gordo, quien destacó la capacidad de Solá para «ver la belleza en medio del sufrimiento».

La exposición, titulada ‘Lo que no se da se pierde’ , muestra luminosas imágenes captadas por la monja con su cámara. Retratos, paisajes, niños, naturaleza y la huella omnipresente de la pobreza en uno de los países más desfavorecidos de América. En conjunto, un retrato sincero y crudo de una realidad que envolvió a la religiosa cuando pisó la antigua colonia francesa por primera vez, y de la que nunca se desligó. Tras morir asesinada en plena calle, su compromiso con el país lo heredó su familia, que hoy conserva la devoción de la monja catalana realizando acciones solidarias relacionadas con niños y personas amputadas.

La monja Isa Solá ABC

«Isa era una mujer muy activa, no paraba nunca y conseguía todo lo que se proponía, no había obstáculos para ella, tampoco había quien la parara. La definiría como una monja feminista y una auténtica activista contra las injusticias», relataron a ABC Carmen y Javier Solá, hermanos de la religiosa el pasado viernes.

Con un carácter fuerte y dulce a la vez, Isabel se impuso a quienes dentro de su propia familia no querían que dedicara su vida a Dios haciéndose monja y misionera. « Ahora, en cambio, somos nosotros los que llevamos dentro su mensaje y su visión . Queremos que esta exposición viaje por toda España y, si se puede, también a Haití. Isa tenía un mensaje de entrega del que muchos hablamos, pero que pocos tenemos», añadieron Carmen y Javier emocionados por la gran cantidad de personas que fueron a una inauguración que coincidió con el quinto aniversario del asesinato de la religiosa.

Además de difundir el ejemplo de amor al prójimo que dejó Solá antes de su marcha, el objetivo de la exposición es conseguir fondos para seguir las acciones de su orden en Haití, donde hoy descansa también el cuerpo de la misionera. Entre estas iniciativas destaca una: el taller de prótesis que creó la monja para ayudar a los damnificados del terremoto que asoló el país en 2010. Ahora que otro seísmo ha vuelto a azotar este país permanentemente bañado por la miseria y la violencia, los familiares y amigos de Solá mandan un mensaje desde Barcelona: «No nos olvidemos».

- La exposición es de entrada gratuita y estará abierta hasta el próximo 2 de noviembre. El Museo Diocesano está justo al lado de la Catedral de Barcelona.

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