Sergi Doria - Spectator in Barcino

Aragonès y la falta de respeto

«Con su renuncia a representar a TODOS los catalanes, al margen de ideologías, Aragonès erosiona la ‘auctóritas’ que debería aquilatar su contrato presidencial»

Pere Aragonès ERC

Sergi Doria

Que el Tribunal Supremo, máxima instancia del poder judicial, en un sistema democrático sostenido por la separación de poderes, ratifique la sentencia del TSJC (Tribunal Superior de Justicia de Cataluña) que aplica un 25 por ciento de castellano en los centros de enseñanza le parece a Pere Aragonès García una «falta de respeto». Obvia que él y quienes opinan –cobrando del erario– como él llevan faltando al respeto demasiados años a la ciudadanía que les paga la nómina para que representen a TODOS los catalanes.

Este empleado (133.855 euros) de una sociedad que sufraga la veintena de impuestos que implanta la Generalitat practica el escaqueo cuando debe representarnos mientras dedica el horario laboral al mitineo independentista.

Si Cataluña fuera una empresa y no un sumidero de empresas al servidor público Aragonès –como a la imputada Borràs– les habrían puesto de patitas en la calle. Si Cataluña fuera una empresa y no un sumidero de empresas, en la sección de Personal habrían incoado varios expedientes sobre el absentismo del asalariado.

Veamos. 16 de junio de 2021. El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, realiza la primera visita de Estado a España post pandemia –recordemos la necesidad de inversiones (electrónica, automoción). Aragonès no asiste a la cena barcelonesa, aunque su superior en rango estatal, Pedro Sánchez, insistió en que debía estar presente: «Cuando hablamos de una visita de Estado en Barcelona, sería bueno y deseable que estuvieran todas las instituciones públicas representadas». Estuvo el Rey, pero como a nuestro empleado no le cae bien, pues no compareció. Olvidó que se le paga para que represente a TODOS catalanes en TODOS los foros, más allá de filias o fobias políticas. Pero él, ni caso: envió a una subalterna.

27 de junio de 2021. Nuestro empleado presidente debía participar en el saludo al Rey de España previo a la cena inaugural del Mobile World Congress (MWC), evento anual que proporciona pingües beneficios a la ciudad y permite que los ciudadanos podamos pagar esa veintena larga de impuestos que sufragan las plantillas del Estado, Generalitat y Ayuntamiento… Aragonès plantó al Rey, aunque luego consintió en incorporarse al cóctel y la cena.

Conviene subrayar que nuestro empleado no solo faltó al respeto protocolario debido al Monarca. También a los directivos del Groupe Special Mobile Association (GSMA), la patronal de la industria de telefonía móvil que organiza la feria encabezada por su director general Mats Granryd.

No es la primera vez que un servidor público con cargo de presidente de la Generalitat se cisca en el protocolo: el anterior, hoy jubilado con 92.000 euros y dedicado a la promoción de la ratafía, cometió la misma grosería en la edición anterior del Mobile (febrero de 2019).

30 de junio de 2021. El más alto cargo de la Generalitat, con contrato de cuatro años y cuya nómina pagamos TODOS los catalanes, debía asistir a la XXIV Conferencia de presidentes autonómicos: en el orden del día, los fondos europeos que han de hacer brotar de nuevo la prosperidad económica en la tierra quemada que deja tras de sí la pandemia.

Aragonès abdicó de sus obligaciones como servidor público. Adujo que ya hablaría de eso de tú a tú con el Presidente del gobierno de España, al que también pagamos todos, aunque sale más barato que Aragonès. A nuestro empleado se le antojó volar a Suiza para departir con una colega de su partido, fugada a Ginebra desde 2018. Así, mientras los otros presidentes autonómicos discutían sobre dineros europeos, el nuestro tuiteaba con sus afines: «La amnistía y la autodeterminación son el camino para hacer posible el retorno de las personas exiliadas. ¡Y vuelve a casa, Marta!».

Siendo escandalosas las ausencias de Aragonès en actos institucionales que afectan a la economía de TODOS los catalanes que pagamos su sueldo para que nos represente a TODOS, la más indignante tuvo lugar el 10 de noviembre de 2021 en el acto que congregó en Madrid a presidentes autonómicos, sociedad civil y 1.300 empresarios para imprimir velocidad a las obras del Corredor Mediterráneo, infraestructura que ha de consolidar el futuro sostenible del transporte ferroviario: desde la frontera con Francia hasta Andalucía.

Aragonès no asomó por allí: había quedado en celebrar en la Generalitat el 50 aniversario de la Asamblea de Catalunya. Mientras en Madrid se hablaba con la ministra de la ejecución del Corredor, este (presunto) servidor público regurgitaba arengas contra el Estado del que depende la Generalitat.

Con su renuncia a representar a TODOS los catalanes, al margen de ideologías, Aragonès erosiona la ‘auctóritas’ que debería aquilatar su contrato presidencial. Si desobedece la sentencia del Supremo del 25 por ciento de lengua castellana en la enseñanza, además de faltar al respeto a nuestra realidad bilingüe, vuelve a dar alas al nacionalpopulismo iliberal que erosiona, día tras día, la convivencia en Cataluña.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación