Un saudí ciego recupera un 50 por ciento de visión con un trasplante de células madre del limbo y de córnea

Tras sufrir una queratoconjuntivitis cicatrizante que le destruyó totalmente la superficie ocular llevaba 20 años percibiendo apenas la luz con ambos ojos

Ahmed Mohsen saluda al doctor Óscar Gris en el IMO ABC

E. ARMORA

Ahmed Mohsen llevaba 20 años en penumbra. A raíz de una queratoconjuntivitis cicatrizante, enfermedad inflamatoria crónica de la superficie ocular, apenas percibía la luz en ambos ojos. «Dependía siempre de mi bastón y de alguien que me ayudara, por lo que nunca podía ir solo por la calle y era totalmente dependiente», explica Ahmed, que ha logrado recuperar un 50 por ciento de visión gracias con un tratamiento inmunodepresor, un trasplante de células madre del limbo y de córnea al que ha sido sometido en el Instituto de Microcirugía Ocula r (IMO) de Barcelona.

Amed Mohsen buscó primero soluciones en su país, donde fue intervenido sin éxito y no le dieron ninguna expectativa de que pudier recuperar la visión. Para salir de esta situación decidió buscar ayuda fuera. El Instituto de Microcirugía Ocular de Barcelona, un centro muy especializado, le ofreció una alternativa y garantías para someterse a un trasplante de córnea, ya que la enfermedad había provocado que esta estructura perdiese su transparencia, impidiendo el paso de la luz y de las imágenes al interior del ojo.

Tratamiento en tres fases

Según ha informado Óscar Gris , especialista del Departamento de Córnea, Catarata y Cirugía Refractiva del IMO, el paciente saudí tenía la superficie ocular completamente destruída y para que el trasplante funcionase era imprescindible hacer un tratamiento escalonado que constó de tres fases.

«El primer paso fue desinflamar el ojo e inactivar la enfermedad, mediante corticoides tópicos y un tratamiento inmunosupresor sistémico, en coordinación con el equipo de medicina interna y enfermedades infecciosas del Instituto», ha relatado el oftalmólogo.

La segunda etapa fue realizar un trasplante de limbo , procedente de un donante en el caso de Ahmed, ya que los dos ojos estaban afectados y, por tanto, no era posible obtener tejido sano del propio paciente. Óscar Gris ha aclarado que «el limbo es un fino anillo que rodea la córnea y que contiene las células madre, fundamentales para la viabilidad del injerto corneal».

Trasplante total de córnea

Tres meses después, una vez regenerada la superficie ocular, se llevó a cabo la tercera y última fase del proceso, mediante un trasplante total de córnea (queratoplastia penetrante) que, junto a una operación de catarata practicada en la misma intervención, permitió a Ahmed alcanzar hasta un 50 por ciento de visión.

«Para él fue un gran cambio : volvió a ver y recuperó autonomía para regresar a la vida cotidiana en su país, donde se le recomendó seguir con el tratamiento prescrito y con controles periódicos para mantener el buen resultado obtenido tras el éxito de la operación en IMO», ha concluido el oftalmólogo.

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